El martes 18 de marzo, los docentes de Bogotá enfrentan un dilema entre su derecho a la protesta y la obligación de garantizar la educación de los estudiantes. La Asociación Distrital de Educadores (ADE) ha convocado un paro para ese día, en apoyo a la reforma laboral promovida por el gobierno de Gustavo Petro. Esta jornada de manifestaciones coincide con el ‘Día Cívico’ anunciado por el presidente, pero la Alcaldía de Bogotá ha confirmado que las clases y los servicios en la ciudad continuarán con normalidad.
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La postura de la ADE: Apoyo a la reforma laboral
Nelly Daza, presidenta de la ADE, expresó en entrevista con Mañanas Blu que el paro tiene como objetivo presionar al Congreso para aprobar una reforma laboral que, según ella, mejorará las condiciones laborales de los trabajadores, incluidos los educadores. “Estamos convocando a todo el magisterio bogotano a salir a las calles a exigir que el Congreso de la República definitivamente no hunda la reforma laboral”, afirmó Daza, resaltando que un maestro con condiciones laborales estables es fundamental para una educación de calidad.
Pese a la convocatoria de paro, la Alcaldía de Bogotá ha sido tajante en asegurar que las clases en los colegios públicos no serán suspendidas. Miguel Silva, secretario general del Distrito, afirmó que el funcionamiento de la ciudad, incluidos los colegios y otros servicios sociales, seguirá con normalidad. “Los padres deben mandar a los niños al colegio”, recalcó, explicando que más de 700.000 niños dependen de las clases, y muchos de ellos, especialmente en sectores vulnerables, reciben su única comida del día a través del plan de alimentación escolar.
Cuál es la postura de la Alcaldía de Bogotá frente al ‘Día Cívico’
La postura del alcalde Carlos Fernando Galán es clara: no habrá cierre de colegios y se espera que los docentes cumplan con su jornada laboral. Silva explicó que los maestros pueden unirse a las protestas “en contrajornada”, es decir, aquellos que trabajen por la mañana pueden sumarse a las manifestaciones en la tarde, y viceversa. Sin embargo, aquellos que falten durante su horario laboral enfrentarán consecuencias económicas, con descuentos en su salario por la jornada no trabajada.
El llamado al paro ha generado inquietud entre los padres de familia, quienes temen que la jornada de protestas afecte la educación de sus hijos. En el año anterior, Bogotá enfrentó más de 20 días de clases perdidas debido a interrupciones por paros y protestas. Por esta razón, la Alcaldía subraya la importancia de mantener la normalidad en la jornada escolar y evitar cualquier tipo de interrupción en el proceso educativo.
La ADE defiende el paro: Beneficios para los estudiantes
Por otro lado, la ADE asegura que el paro no solo busca mejorar las condiciones laborales de los maestros, sino también beneficiar a los estudiantes. “Nosotros siempre hemos luchado por el derecho a la educación, y en esta oportunidad también le estamos diciendo a los padres de familia que si los maestros tienen mejores condiciones laborales, eso repercute directamente en la calidad educativa”, señaló Daza.
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A pesar de la incertidumbre, la Alcaldía fue clara al instar a los padres a enviar a sus hijos a la escuela el 18 de marzo. “Esto no puede haber ninguna duda en Bogotá; en ningún momento pueden dejar de enviar a los niños a los colegios”, enfatizó Silva.