La ampliación del vaso del embalse del Neusa mediante la extracción de cerca de 3 millones de metros cúbicos de sedimentos para aumentar su capacidad, la restauración y reforestación de más de 40 hectáreas alrededor de la represa, la construcción de reservorios, la compra de predios en zonas de páramo y la perforación de pozos profundos son algunas de las medidas que ya se están ejecutando hacer frente a la crisis por desabastecimiento del centro del país.
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El anuncio fue hecho por el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel y el director general de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, como una demostración de que la región está un paso adelante en la búsqueda de alternativas de corto plazo que permitan garantizar la disponibilidad de agua para el territorio.
La iniciativa busca devolver las condiciones de almacenamiento de este embalse que forma parte del Agregado Norte y que tras más de 70 años de funcionamiento ha ido acumulando material en su lecho, además de mejorar la calidad del agua, que abastece a los acueductos de Zipaquirá, Cogua, Tausa, Sutatausa, Cucunubá, Nemocón, y el Norte de la ciudad de Bogotá (EAAB).
Como es sabido, desde finales de 2023 las dinámicas del cambio climático han exigido esfuerzos adicionales para atender la oferta hídrica, lo que produjo el descenso sostenido de los embalses del centro del país y derivó entre otras, en la medida de racionamiento decretada por la Administración Distrital en abril de 2024, impactando a más de 10 municipios del norte y occidente de la Sabana.
“Este proyecto nos permitirá tener mayor capacidad de respuesta pues no basta con una medida de racionamiento que solo hace que los embalses desciendan un poco más lento, pero no estamos garantizando que les llegue más agua. Por eso, el llamado es para que las empresas prestadoras de servicios comiencen a invertir en compra de predios y en restauración bajo figuras como acuerdos de conservación y pago por servicios ambientales de la mano con la comunidad son acciones inmediatas que harían una gran diferencia” afirmó el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros.
El funcionario agregó que esta será una intervención con enfoque integral sin dejar de lado el componente biótico y ecosistémico que logre balancear las intervenciones técnicas del cuerpo de agua con otras acciones en su área colindante.
“Nuestra estrategia para aumentar la vida útil del vaso del embalse estará acompañada de un proceso de restauración mediante la plantación de especies nativas que contribuyan a la regulación del recurso hídrico, a la protección de la biodiversidad y a la resiliencia de los ecosistemas acuáticos y su provisión de servicios ecosistémicos”, señaló Ballesteros.
La CAR ya identificó el polígono a intervenir, bajo el criterio de ser la zona que más descargas recibe. Así mismo, adelantó los correspondientes sondeos mecánicos, sobre el cuerpo de agua y en las orillas sobre las cuales será depositado el material, con el cual se llevarán a cabo acciones de restauración y reforestación para el enriquecimiento de las coberturas vegetales y la recuperación del componente biótico. Este importante proyecto contempla una inversión de 135 mil millones de pesos de pesos y un tiempo ejecución estimado de 24 meses.