El pasado lunes 13 de enero, una familia residente en el barrio Hipotecho, en la localidad de Kennedy, Bogotá, fue víctima de secuestro y extorsión cuando cinco delincuentes armados irrumpieron en su hogar. Los criminales, quienes al parecer habían planeado la acción con antelación, mantenían bajo constante seguimiento a las víctimas desde hacía meses. Este acto delictivo sucedió alrededor de las 9:30 a.m. cuando tres de los secuestradores se acercaron a uno de los miembros de la familia, intentando llevárselo de manera forzada. Sin embargo, la situación escaló rápidamente cuando los agresores entraron a la vivienda y retuvieron a todos los presentes en el segundo piso durante más de una hora.
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Durante este tiempo de pánico, los secuestradores exigieron una cuantiosa suma de dinero: “Nos solicitaban que les diéramos 800 millones de pesos o uno de los vehículos que teníamos parqueados en el primer piso”, relató uno de los afectados al noticiero Citytv. Según la víctima, los atacantes se identificaron como miembros de la temida “Oficina de Cali” y no dudaron en amenazar con quitarles la vida si no cumplían con sus exigencias, argumentando que la familia tenía una deuda pendiente con ellos.
Lo que inicialmente parecía un acto de violencia impulsivo, fue en realidad el resultado de meses de vigilancia y seguimiento. El afectado comentó que los delincuentes no solo los observaban a ellos, sino también a otros miembros de su familia que vivían fuera de la casa. “Ya nos tenían un seguimiento hecho en todos estos meses a mí y a mi familia, no solo a los de acá (su núcleo familiar) sino también a los que viven fuera de la casa”, explicó el testigo.
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Ante la gravedad de la situación, el padre de familia accedió a entregar uno de los vehículos a los delincuentes en un intento por evitar que los agresores agredieran a sus seres queridos. Sin embargo, en el transcurso de este intercambio, agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, aunque no está claro si fue debido a una denuncia vecinal o si estaban realizando patrullajes en la zona. Los cinco secuestradores fueron arrestados en ese momento, pero, para sorpresa de la familia, horas después fueron puestos en libertad. La razón que ofrecieron las autoridades fue que los delincuentes no fueron sorprendidos en flagrancia, lo que levantó la preocupación y desconfianza de los afectados.
Tras la liberación de los delincuentes, la familia teme por su seguridad. “Vamos a resguardarnos hasta saber que podemos hacer porque desafortunadamente la Policía los dejó libres y no sabemos qué puede llegar a sucedernos”, expresó uno de los miembros de la familia, quien solicitó ayuda urgente al Grupo de Acción Unificada por la Libertad (Gaula) y al Ejército Nacional. Actualmente, las autoridades continúan investigando el caso, y una grabación de audio tomada por uno de los menores presentes durante el secuestro podría ser clave para el avance de la investigación.
