Terminó el año escolar calendario A en Colombia y son muchas las familias que comienzan con esa tarea, necesaria y compleja, que es encontrar el colegio ideal para sus hijos. En Bogotá la oferta es amplia. Hay más de mil 400 instituciones educativas privadas en la ciudad, con énfasis, costos y modalidades diferentes, y esto hace que la hora de buscar colegio se convierta, muchas veces, en una verdadera encrucijada.
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Si bien hay parámetros que están ya identificados en el checklist de las familias (costos, distancia respecto al hogar, orientación religiosa, etc.), hay muchos otros factores que, aunque no son tan medibles y fáciles de identificar, deben estar en el radar de los padres y son determinantes en la formación de sus hijos.
Al respecto, Santiago Laverde, rector del Colegio Internacional SEK Colombia, detalla que al momento de escoger un colegio, los padres o cuidadores deben considerar una serie de factores que impactan en el desarrollo académico y en el bienestar emocional y social de los estudiantes. En este sentido, la calidad educativa debe ser evaluada a través de un enfoque integral, que incluya aspectos emocionales al tiempo que cuide los resultados académicos.
Según el experto, los aspectos que se deben tomar en cuenta al momento de escoger un colegio deberían enfocarse en:
1- Enseñar a través del afecto
El afecto debe ser el principal mandato de cualquier institución educativa. Desde el primer día es fundamental que los padres se sientan bienvenidos, cómodos y atendidos, ya que una sensación de seguridad es esencial para un aprendizaje efectivo. Sin embargo, el afecto no debe confundirse con un ambiente de constante alegría superficial. El verdadero afecto incluye también exigencia, rigor y disciplina, así como respeto y un firme compromiso con el desarrollo integral del niño.
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2- Desarrollo de competencias
Los estudiantes deben poder desarrollar su sentido crítico, su pensamiento creativo y su capacidad de gestionar información, ponerla al servicio de distintos contextos y usarla como insumo para la resolución de problemas, entre otras competencias claves. Los colegios deben trabajar en la capacidad metacognitiva de los estudiantes, es decir, de que sean gestores de su propio proceso de aprendizaje: cómo se desarrolla y cómo se usa el error para reflexionar y avanzar; esto como parte esencial de un modelo pedagógico exitoso.
3- Atención integral
Además de la formación académica, los colegios deben ofrecer programas que favorezcan el desarrollo emocional y social de los estudiantes, con currículos diseñados específicamente para fortalecer otro tipo de habilidades. Estas habilidades son fundamentales para la toma de decisiones y la autogestión emocional.
Según el rector de SEK Colombia, los colegios deben ser capaces de ofrecer soluciones flexibles que consideren las diversas necesidades de los estudiantes, no solo a nivel curricular, sino también en términos de horarios, espacios de participación y métodos de evaluación. Estas adaptaciones, aunque a menudo son pasadas por alto, son vitales para que los estudiantes se sientan más seguros, cómodos y apoyados en su entorno escolar.
4- Atención dedicada
Las instituciones educativas deben ofrecer una educación dedicada, entendiendo que cada estudiante representa un “universo” único. Esto significa reconocer no solo las fortalezas y dificultades académicas, sino también sus capacidades emocionales, sociales y conductuales.
“Los colegios tienen el reto de conocer profundamente a cada estudiante, entendiendo su contexto familiar y personal y respondiendo, de manera efectiva, a sus necesidades emocionales y académicas”, detalla Laverde.
5- Diálogo constante entre padres y colegio
Uno de los errores más comunes que cometen los padres es no establecer un diálogo constante con el colegio o viceversa. Es esencial que los padres se involucren activamente en la vida escolar de sus hijos. “Los padres y el colegio deben trabajar juntos. Es esencial mantener una comunicación abierta, sin presuponer soluciones y respetando las diferentes perspectivas para resolver los conflictos de manera constructiva”.
Hay estudios que respaldan lo anterior. Según investigaciones hechas por el doctor en sociología de la educación, Juan Cassasus, la sociedad en su conjunto y, particularmente, el modelo educativo, deberían tomar consciencia de la importancia de incluir dentro del proceso de formación de los individuos a la educación emocional. Otros estudios coinciden en que los niños que crecen en ambientes educativos que valoran tanto el aspecto académico como el emocional y social tienen un 40% más de probabilidades de desarrollar una autoestima saludable y de tener éxito en sus interacciones sociales a lo largo de la vida.
Así las cosas, las habilidades blandas, como la empatía, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo, son tan cruciales como el desempeño académico y, por lo tanto, deben ser una prioridad en la elección de un colegio. El rector del Colegio Internacional SEK Colombia, quien además es magíster en educación, recomienda que al elegir una institución educativa, los padres deben asegurarse de que ésta ofrezca una formación académica de calidad en un entorno que favorezca el desarrollo integral de sus hijos. “El afecto, la atención dedicada y la inversión en competencias socioemocionales y académicas son fundamentales para crear un espacio donde los niños aprendan y crezcan como seres humanos responsables y comprometidos con los demás y el planeta”, sentenció el experto.
