¿Cuál es el reto de rejuvenecer una marca que viene de 1580 y que ha sido una referencia absoluta para el país? ¿Cómo traerla a las nuevas generaciones de estudiantes?
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Nosotros llegamos en agosto del año pasado con el nuevo rector, el padre Álvaro José Arango Restrepo, y una de las grandes metas está enmarcada en su lema de plan de trabajo: “Más allá de nuestros límites”. Esto ya nos pone en otro lugar de debate en la comunicación y claramente la idea es que nosotros fuimos, somos y seguiremos siendo la misma universidad, pero estamos en un proceso de escucha gigantesco con los públicos, que hacía falta aquí en Bogotá. Estamos haciendo un análisis de contexto, estamos haciendo encuestas para ver qué es lo que están consumiendo los chicos. Estamos mirando cuáles son las plataformas más consultadas. Estamos mirando con las tendencias de diseño qué está pasando en otros lugares del mundo, con la comida, con la comunicación y, con base en esto, haciendo producción maravillosa que pues ustedes ya la están viendo en los medios.
Lo que vemos es dinámico, lo que vemos es joven. ¿Qué tanto choque ha generado esto en la comunidad?
Más que un choque, estamos muy contentos con los resultados. Claro, pensar en la Santoto con colores neón es diferente. Pensar en una universidad católica que está en diferentes plataformas, casi todas, es diferente. Pensar en la Santoto en lo digital creo que es un reto que teníamos en el baúl de los recuerdos y que en este momento estamos revitalizando. Pensar en la Santoto como el primer claustro universitario de Colombia, pero que ahora se llame Santoto, digamos para que resuene más en el escenario bogotano, es un reto gigantesco. Pero especialmente creo que el tema después de la pandemia el reto fundamental es en qué canal debes estar, en qué medio debes estar, qué están escuchándolos tus públicos y de qué forma llegarles con contenido diverso. Esto nos ha llevado, por ejemplo, a empezar a diversificar el contenido que yo hago, sea para la generación de los de posgrados, como para las nuevas generaciones que están muy metidas en lo digital. Y pues claro, no nos da miedo equivocarnos, pero nos estamos equivocando en temas de comunicación de una forma muy deliciosa. Estamos haciendo un contenido maravilloso. Tengo un equipo de producción que está pensando en los jóvenes y qué es lo que les gusta. Estamos pensando en el barrio, estamos pensando en la ciudad, estamos pensando en el país, estamos pensando ya en Latam. Tanto así que uno de los grandes retos que tenemos es que la Santoto ahora sea Latam.
¿Cómo es esta apuesta continental que tienen?
Creo que ese reto que las instituciones se ponen de ser un referente internacional es demasiado ambicioso, especialmente de cara a universidades internacionales que están en otro lugar de la comunicación o que están ya con unas marcas absolutamente reconocidas y mundialmente posicionadas. En el caso nuestro, nos hemos dado cuenta de que Latinoamérica es un escenario fabuloso para que la universidad llegue, tanto así que ahorita estamos haciendo convenios, uno de ellos con la Universidad Católica de Costa Rica. Queremos llevar unos programas virtuales a Costa Rica, estamos pensando en articulaciones con Ecuador, con Brasil, con Bolivia para llevar programas virtuales.
¿Cómo están mandando ese mensaje para que los jóvenes entiendan que en la Santoto se puede hacer educación virtual?
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Creo que las grandes universidades nos quedamos atrás en el tema de educación virtual, pero no es tarde. Nosotros en el último año hemos creado más de 20 programas virtuales, tenemos una plataforma multicampus que ahora se llama santotovirtual.edu.co y ya tenemos más de 50 programas virtuales. ¿Qué ha pasado? Pensar qué programa requiere el público, qué programa están necesitando los contextos no solamente bogotanos, sino los contextos territoriales y no solamente los territoriales, sino los contextos latinoamericanos.
¿Ya tienen alguna medición del impacto que todas estas campañas de comunicación han tenido?
Muchos errores de mis homólogos en las diferentes universidades es pensar que la comunicación es subjetiva. La comunicación no es subjetiva, es objetiva. Y eso que me refiero que las decisiones comunicacionales que se toman en una institución de educación superior o en cualquier organización deberían ser dadas por los datos; ahora la comunicación va a ser cualitativa. Se vuelve mucho más difícil porque con los rankings, que están un poco desvirtuados, hay algunos estudios que el marketing digital sí nos está dando. Por ejemplo, los estudios reputacionales y los estudios de awareness me están permitiendo identificar en qué lugar del imaginario colectivo está la Santoto y hacia dónde debemos tomar. Tanto así, que nos hemos llevado sorpresas positivas como sorpresas negativas, en donde ya las nuevas generaciones con la diversidad de oferta de educación superior, pues la Santoto es una más. Ese es un reto gigantesco que tenemos para nuevamente sonar no solamente con temas de educación, con nuevos proyectos que se vienen: estamos pensando en la creación de un club deportivo porque es un reto gigantesco, que es la educación. 8-80. ¿Cómo llegamos desde los chicos de 8 años hasta las personas de 80 años? ¿Qué oferta de valor podemos traer para ellos? ¿Qué oferta de valor tengo para Chapinero? Teniendo en cuenta que la universidad está posicionada aquí.
¿Y cuál es el reto en comunicaciones para la Santoto en el 2025?
Es tal vez el año de quiebre para nosotros, los nuevos directivos de la Santoto, especialmente porque, por ejemplo, en el caso mío llevo un año y cuatro meses. El reto es hacer que la Universidad Santo Tomás siga sonando y suene más duro de lo que ha sonado. Tanto así que me interesa que los decanos y los directores entiendan que su voz y su conocimiento es importante para las comunicaciones, no solamente una pauta diciendo inscripciones abiertas, sino que nosotros creamos un contenido que sea disciplinarmente apetecido por ustedes los medios, que nosotros seamos un referente para los medios, ser una autoridad. Es un reto gigantesco, porque creo que nos pasa a nosotros y a otras universidades, y es que creemos que sabemos de todo. No es cierto. Nosotros somos fuertes en algunas áreas del conocimiento y quiero que en esas áreas ustedes nos llamen y que el público sepa que aquí tenemos un conocimiento que es supremamente de valor y que puede funcionar.