El abastecimiento de agua sigue siendo un tema crucial en Bogotá, donde la capital enfrenta un escenario delicado debido al racionamiento en curso y las dificultades de las autoridades para garantizar un flujo constante de agua a los hogares. El informe más reciente sobre el nivel de los embalses del Sistema Chingaza, proporcionado por la Alcaldía de Bogotá, revela que, aunque la situación ha mostrado una leve mejoría, el panorama sigue siendo incierto.
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El nivel de los embalses mejora, pero de forma lenta
Las lluvias intensas que se registraron a mediados de noviembre trajeron un respiro al sistema hídrico de la ciudad, elevando significativamente el nivel de los embalses. Sin embargo, esta semana las precipitaciones han sido mucho más suaves, lo que ha ralentizado el ritmo de aumento en los niveles de agua. A pesar de ello, los embalses continúan su crecimiento, lo que es una señal positiva, aunque aún insuficiente para garantizar una solución definitiva a los problemas de abastecimiento.
En el reporte divulgado por la Alcaldía el lunes 25 de noviembre, se informó que el consumo de agua en Bogotá alcanzó los 16,06 m³/s el 24 de noviembre, mientras que el nivel de los embalses del Sistema Chingaza se encuentra en un 53,31 % de su capacidad. Este dato representa un ligero aumento respecto a la medición del día anterior, lo que indica una mejora.
¿Cuándo terminará el racionamiento?
A pesar de los avances, la ciudad sigue bajo un régimen de racionamiento de agua que comenzó hace más de siete meses debido a la baja acumulación en los embalses. Aunque en septiembre el nivel de agua alcanzó cifras que permitieron aflojar temporalmente las restricciones, las condiciones climáticas cambiaron rápidamente, lo que obligó a endurecer nuevamente las medidas.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se refirió al racionamiento durante su última intervención, señalando que, aunque los embalses siguen estando por debajo del promedio histórico, las autoridades están realizando un monitoreo constante de las condiciones climáticas. “El monitoreo es constante y las decisiones dependerán de cómo evolucionen las lluvias en las próximas semanas,” explicó Galán.
En relación con la duración del racionamiento, el mandatario distrital fue claro: si la tendencia positiva continúa por un mes más, las medidas podrían ser revisadas.
El futuro del abastecimiento de agua en Bogotá
El panorama para el suministro de agua en Bogotá sigue siendo incierto, y la dependencia de las lluvias es clave. Aunque las autoridades se muestran optimistas con los recientes aumentos en los niveles de los embalses, no se puede bajar la guardia, ya que las fluctuaciones climáticas son impredecibles. Los ciudadanos siguen pendientes de los informes de la Alcaldía y esperan que las condiciones mejoren para que el racionamiento se levante, mientras tanto, la gestión del agua seguirá siendo una de las principales prioridades de la administración de Galán.