Las lluvias han llegado a Bogotá y a los lugares donde se encuentran los embalses que abastecen de agua a la ciudad, por esta razón el Sistema Chingaza ha subido su nivel y desde el Distrito generan esperanza de que el racionamiento pueda cambiar.
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Bogotá ya completa siete meses de estar bajo racionamiento de agua, producto de la sequía que hubo a principio de año y a la ausencia de lluvias durante gran parte del 2024.
La restricción que inició en abril, no ha podido ser levantada ya que no se ha logrado tener los embalses en plenitud de condiciones, meses atrás, Galán declaró que para que el racionamiento fuera erradicado, se debía llegar al 70% del nivel en las cuencas hídricas, teniendo como límite el mes de octubre.
Sin embargo, no se logró cumplir la meta, incluso la medida fue flexibilizada pero al no tener los resultados esperados, el alcalde Carlos Fernando Galán volvió a endurecerla.
Los aguaceros salvarían a Bogotá
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha confirmado que el último trimestre del año, el fenómeno de La Niña podría presentarse en el país, teniendo una probabilidad de precipitaciones del 70%.
Durante el mes de noviembre, los fuertes aguaceros no han cesado, pero el Distrito ha sido claro en afirmar que de nada sirve que llueva en Bogotá, sino pasa lo mismo en los lugares donde están ubicados los embalses.
Actualmente, el Sistema Chingaza está al 52,80% (corte al 19 de octubre), el nivel de sus aguas han empezado a crecer desde que inició el mes, razón por la que el alcalde Carlos Fernando Galán en rueda de prensa, afirmó que debido al comportamiento de las cuencas hídricas, se estaría pensando en cambiar el racionamiento.
“Todavía estamos alrededor de un 10 % u 11 % por debajo del promedio histórico (del nivel de los semanas) de esta época. Entonces, si bien ha subido, todavía estamos por debajo. Vamos a monitorear esto permanentemente las próximas semanas para evaluar si se pueden modificar las medidas o no. Lo vamos a monitorear, depende de la evolución que tengamos de las precipitaciones en los embalses”, explicó el mandatario.
De la misma manera es importante añadir, que la temporada de lluvias podría empezar a disminuir a finales de diciembre y principios de enero de 2025, año en el que según expertos, será más fuerte la sequía.
Llega financiación internacional para garantizar el agua en los próximos años
Por otro lado, buenas noticias llegan para la capital del país, la ministra de Ambiente Susana Muhamad, confirmó que para Bogotá, llegarán ayudas económicas con el objetivo de hacerle frente a la crisis de agua que vive la metrópoli, esto en el marco de su participación en la COP29, realizada en Bakú, Azerbaiyán.
“El Fondo Mundial del Clima aprobó 92 millones de dólares para fortalecer la siguiente fase del corredor Sumapaz-Chingaza-Guerrero, esencial para garantizar agua en la sabana de Bogotá. Esto permitirá conservar áreas protegidas, restaurar 15 mil hectáreas adicionales y apoyar a las comunidades locales a través de la reconversión productiva, asegurando la sostenibilidad hídrica y ecológica más allá del 2026″, destacó Susana Muhammad, ministra de Ambiente.
Al respecto, el alcalde Galán también celebró la noticia.
“Gracias al trabajo que desde el primer día de nuestra administración hemos adelantado junto a Conservación Internacional, y a la no objeción de Gobierno Nacional, hoy el Fondo Verde del Clima de las Naciones Unidas dio un paso fundamental para la formulación de un proyecto de 92 millones de dólares para la conservación y restauración de áreas estratégicas para la seguridad hídrica de Bogotá y la región, que beneficiará a más de 9 millones de personas”.