La tarde del 20 de noviembre de 2024, el municipio de Chía enfrentó una situación de emergencia cuando el nivel del Río Frío aumentó de manera repentina debido a las intensas lluvias registradas en los municipios vecinos de Zipaquirá y Tabio. Este fenómeno obligó a las autoridades locales a tomar medidas preventivas para evitar posibles inundaciones que pudieran afectar a los sectores cercanos.
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Según el alcalde de Chía, Leonardo Donoso, la subida inesperada de las aguas del Río Frío fue resultado de las fuertes precipitaciones que cayeron en los municipios aledaños. Ante esta situación, las autoridades locales no dudaron en activar protocolos de seguridad para proteger a la comunidad y minimizar el riesgo de desastres.
Medidas preventivas para enfrentar el aumento del caudal del Río Frío
Para mitigar los efectos de la creciente del río, el alcalde Donoso ordenó el cierre de las compuertas del afluente en la zona del Parque de Río Frío, un área especialmente vulnerable ante estos fenómenos naturales. Esta acción es clave para controlar el flujo de agua y evitar que el desbordamiento del río afecte áreas residenciales y comerciales cercanas.
Además, se implementó de manera inmediata el uso de moto bombas en puntos estratégicos del municipio. Estas bombas están destinadas a extraer el agua acumulada y prevenir las inundaciones en áreas de alto riesgo.
Monitoreo constante
El alcalde también destacó que, a pesar de las medidas tomadas, el monitoreo constante de los afluentes hídricos en Chía continuará siendo una prioridad. Las autoridades locales, junto con la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres del municipio, están realizando un seguimiento detallado de la situación para asegurar que se pueda actuar de forma inmediata si es necesario.
Hacia las 4 de la tarde del mismo día, el alcalde convocó un nuevo Consejo de Gestión del Riesgo, en el cual se discutirán las últimas actualizaciones sobre el estado de los ríos y se tomarán decisiones adicionales para garantizar la seguridad de los habitantes de Chía.
