Aunque parecía que la crisis de escasez de agua que enfrenta Bogotá podría unir al alcalde Carlos Fernando Galán y al presidente Gustavo Petro en un objetivo común, un cruce de declaraciones que han tenido en las últimas horas ha mostrado el deterioro de su relación. La manzana de la discordia fue una demanda que instauró el Ministerio de Ambiente contra las obras de ampliación de la avenida Boyacá.
(Lea también: “Es agüita”: sorprenden a un sujeto arrojando un extraño líquido oscuro junto a un humedal).
El recurso fue admitido por el Consejo de Estado, que tomó la decisión de suspender varios frentes claves del proyecto que venía desarrollando la Alcaldía de Bogotá. Las opiniones están divididas. Mientras que Galán ha indicado que esta ampliación es clave para la movilidad de la capital, el presidente Petro ha señalado que las obras podrían tener un impacto ambiental profundo en la ciudad que no se justifica.
Después de que se conoció la decisión del Consejo de Estado, Galán dio fuertes declaraciones y sostuvo que se trataba de una intromisión protagonizada por el Gobierno Nacional. El presidente Gustavo Petro, entre tanto, escribió una publicación en su cuenta oficial en la red social X.
“En una ciudad que se queda sin agua cómo se puede pensar en destruir la Reserva Forestal Thomas Van Der Hammen”, aseguró el primer mandatario.
Galán señaló a Petro de mentir
Después de unas horas, el alcalde Galán le contestó al primer mandatario también a través de su cuenta oficial en X.
“Mentira. Ni Bogotá se va a quedar sin agua ni la ampliación de la Avenida Boyacá va a destruir la reserva Thomas van Der Hammen. Para este proyecto, clave para la movilidad y el desarrollo organizado de la ciudad, solo se sustraen 20 hectáreas de la reserva, que tiene en total más de 1.395″, sostuvo el alcalde bogotano.
Así mismo, indicó que el impacto ambiental se compensaría con cerca de 120 hectáreas que serían destinadas a actividades de conservación y restauración en la misma reserva. Además, sostuvo que la obra incluye pasos tanto para la fauna como para el flujo del agua.
“El camino para contener el crecimiento desbordado en la sabana de Bogotá es a través de un desarrollo urbano bien planeado y responsable al interior del perímetro urbano de la ciudad, no frenando por completo cualquier proyecto bien hecho”, concluyó el alcalde Galán.