Nuevamente el proyecto de la ampliación de la Avenida Boyacá hacia el norte está en vilo por una nueva demanda de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, en contra de la licencia ambiental con la que se aprobó y se contrató el proyecto. La denuncia se hace por las afectaciones que tendría el proyecto contra la reserva Thomas van der Hammen, la cual queda ubicada al norte de la ciudad y no permitiría realizar la ampliación, ya que, según la ministra, la partiría en dos.
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Ante esto, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, respondió fuertemente y señaló al Gobierno de estar entrometiéndose en los asuntos de la ciudad:
“Otra intromisión más del Gobierno Nacional en asuntos que deben ser definidos por Bogotá y que, por cierto, la ciudad ya definió. Con esta demanda, el Gobierno Nacional está haciendo todo para bloquear la posibilidad de que se avance en una obra estratégica para la movilidad de Bogotá. Lo he dicho en varios escenarios: el Gobierno Nacional quiere impedir por cualquier medio la ampliación de la Avenida Boyacá. Este proyecto hace parte del desarrollo organizado con las compensaciones ambientales necesarias que requiere la ciudad. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para hacer respetar la autonomía de Bogotá”.
Otra persona que se pronunció ante la demanda de la ministra Susana Muhammad fue el concejal de Bogotá Juan David Quintero, quien criticó la decisión de la ministra y del Consejo de Estado: “¿Qué hemos hecho en Bogotá para merecer la pseudoambuentalista de Susana Muhamad? No construir la Av Boyacá a Chía implica aumentar el trancón eterno de la autopista norte liberando millones de toneladas de CO2 contaminante producido por los vehículos atascados. Se oponen a la descontaminación del río Bogotá, a las torres de energía que permitirán la transición energética, se oponen al metro… ¿A qué fue a la COP16?”.
Finalmente, el Consejo de Estado deberá tomar la decisión sobre qué es mejor para Bogotá, si proteger la reserva y mantener colapsada la movilidad de Bogotá en la salida por el norte, o si permitir la construcción de la ampliación de la Boyacá, que beneficiaría a millones de personas. El proyecto tiene un valor superior a los $80.000 millones de pesos, con los que iban a construir 12 carriles, con una extensión de 1,3 kilómetros, y bicicarriles y andenes en amos sentidos.