Las autoridades dispuestas en el Puesto del Mando Unificado del parque La Florida, en Bogotá, donde hay uno de los últimos asentamientos de indígenas Emberá que quedan en la capital, informaron que encontraron que nuevamente los indígenas utilizaron el castigo del cepo en contra de dos niñas. Según dicen, se enteraron del castigo en medio de la mesa de diálogo que se desarrolla entre el Distrito y la comunidad para que se dé el retorno de la comunidad a sus territorios.
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Según informaron desde el Puesto de Mando Unificado, la reunión también se dio para llegar a acuerdos de corresponsabilidad sobre temas clave de convivencia y protección de los Derechos Humanos. Los temas clave de la reunión, en específico, fueron pactar: mejoras locativas, manejo del agua, disposición de residuos, acceso y fortalecimiento de la oferta para niños, niñas y adolescentes, prevención de violencias basadas en género y atención a animales.
Desde el Distrito informaron que la reunión se estaba llevando a cabo de manera normal, pero un incidente la interrumpió de forma abrupta. Los trabajadores del Distrito informaron que se dieron cuenta que dos niñas fueron sometidas al castigo del cepo, que es un dispositivo que inmoviliza de los pies y manos a quienes son sometidos a este. Este castigo ha sido usado en varias ocasiones y el Distrito siempre se ha mostrado en contra, por eso en esta ocasión interrumpieron inmediatamente la reunión.
Por su parte, Isabelita Mercado, la consejera de Paz, Víctimas y Reconciliación afirmó que “automáticamente le pedimos a los voceros que por favor las liberaran para continuar este diálogo. Los voceros no quisieron, en particular los CATIO, no quisieron acceder a esta petición y por esa razón nos levantamos de la mesa”. Finalmente aseguraron que seguirán defendiendo los derechos humanos de todas las personas que estén en Bogotá, así pertenezcan a la comunidad indígena Emberá.