La Primera Línea del Metro de Bogotá es la obra de infraestructura más importante de Colombia y, por obvias razones de la capital. Además, será un hito para la ingeniería sudamericana, ya que será la línea de metro más larga de este lado del mundo, con una extensión superior a los 20 kilómetros. Por esto, su construcción debe estar a la vanguardia y en línea con lo que pide el mundo, que es reducir las emisiones de carbono y ser más amigable con el medio ambiente. Teniendo en cuenta esto, en la COP16, que es la cumbre internacional sobre el medio ambiente más importante del mundo y que se desarrolla actualmente en Cali, destacaron el proyecto por su impacto positivo al medio ambiente.
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En la cumbre destacaron que como se tiene presupuestado que la Primera Línea del Metro de Bogotá sea 100% eléctrica tendrá un importante impacto en las emisiones de carbono de la capital y del uso de combustibles fósiles. Por ejemplo, con respecto a las emisiones de CO2, se espera que se reduzca en 171.000 toneladas al año, lo que equivale a sembrar alrededor de 3´420.000 árboles. Esto, por supuesto, es un dato para nada menor, teniendo en cuenta que en los últimos años Bogotá ha incrementado preocupantemente las emisiones de material particulado, proveniente principalmente de los vehículos de transporte público y particular.
Sumado a esto, la operación eléctrica del metro permitirá que Bogotá se ahorre 19 millones de combustibles fósiles al año, lo que aporta a mejorar la calidad del aire en la capital de Colombia. Este ahorro se calcula teniendo en cuenta la cantidad de gente que se espera se baje del carro, la moto, el SITP y el TransMilenio para subirse al Metro de Bogotá. También destacaron la estrategia que tiene implementada la Empresa Metro de Bogotá de cuidar la flora y fauna de la ciudad antes de intervenir árboles o ecosistemas, ya que la intervención de árboles interfiere directamente con nidos de aves, panales de abejas y ecosistemas de insectos que viven en estos.
Finalmente, en la COP16 también celebraron que el sistema de frenado de los trenes del Metro de Bogotá cuenten con energía regenerativa, ya que también permitirá reducir el consumo de energía en el funcionamiento de la Primera Línea de Metro de Bogotá. Actualmente el avance de la Primera Línea de Metro es superior al 35% y, pese a los retrasos que se han presentado, en general va en buen camino según el cronograma de obra.