En horas de la mañana del miércoles 23 de octubre, los habitantes de la comunidad del barrio Villa Esperanza, del municipio de Soacha, amanecieron con una impresionante espuma blanca tóxica, que cubría las calles de la zona. De acuerdo a los pobladores, este hecho sucedió debido al desbordamiento del caño Tibanica, tras los fuertes aguaceros que han azotado a Bogotá y la zona.
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El noticiero de Citytv publicó un video donde se logra ver las grandes cantidades de espuma, que sería el resultado de la excesiva contaminación de agua.
“Hace tres días que comenzó la lluvia y venimos teniendo esta problemática. En este momento pedimos ayuda de la administración, ayer nos enviaron unas máquinas pero el problema no se ha acabado. (...) El problema no es ambiental, el problema es que hay una emergencia”, señaló el presidente de la acción comunal del barrio Villa Esperanza al noticiero citado anteriormente.
Es importante señalar que este inconveniente de tipo ambiental y sanitario, ya había ocurrido en el año 2022. Además, la toxicidad de la espuma hace que tenga un fuerte olor a fétido, generando aún más incomodidad en las personas que viven en el sector.
¿Porqué ocurre este fenómeno de la espuma en Soacha?
Aunque no hay una explicación de parte de alguna entidad especializada en el tema, parece ser que debido a la actividad industrial que hay en la zona donde fábricas de detergentes realizan sus procesos, puede ser uno de los factores de la espuma.
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), se ha referido a este hecho, sancionando las prácticas de estas empresas respecto a los residuos.
Incluso la misma entidad ha advertido crecientes súbitas en algunos afluentes del río Bogotá como los ríos Tunjuelo y Salitre. ““La creciente demanda hídrica y la variabilidad climática exigen la toma de decisiones basadas en datos reales, oportunos y confiables para conocer el estado del clima, el comportamiento de las fuentes hídricas ante eventos extremos y desde luego, mitigar desastres”, destacó el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros”.
