El agua potable en Bogotá ha sido el tema más álgido durante todo el 2024 y el recurso, que ha sido bastante escaso, empieza a tomar el valor que debió tener siempre. El fenómeno de El Niño, que inició en 2023 y todavía está afectando al país, ha sido uno de los más fuertes en los últimos años y generó que los embalses que alimentan de agua potable a la capital y a los municipios aledaños llegaron a estar cerca del 15% de capacidad. Por esto, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, impuso la medida del racionamiento de agua potable con una rotación cada nueve días.
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Justamente, esa medida de racionamiento de agua potable no fue bien recibida por la comunidad, quienes desde abril del 2024 han sufrido por el constante corte de agua en sus casas. Además, más allá de la falta del recurso por un día, los problemas se han presentado a la hora en que debería reconectarse el servicio. Varias personas han reportado que la reconexión del agua se ha demorado inclusive más de 26 horas y que varios tubos de agua se han roto cuando por la alta presión del agua.
¿Cuál es el nivel actual de los embalses de Bogotá?
Según los datos publicados por la Alcaldía de Bogotá, los embalses del Sistema Chingaza, que alimentan de agua potable a la capital del país y sus municipios aledaños, se encuentran en un 43,96%, con respecto al día anterior solamente lograron subir un 0,05%. Sumado a esto, cada vez están más cerca del denominado ‘Día Cero’, el cuál llegará si los embalses llegan al 36% de capacidad; según han informado, si esto sucede, las medidas del racionamiento se endurecerán aún más y serán más restrictivas con respecto al uso del agua en la ciudad.
Desde la Empresa de Acueducto de Bogotá se ha informado que es necesario reducir el consumo diario de agua, que actualmente es de 15,71 metros cúbicos por segundo. Esto, aunque es alentador, solamente se ha podido mantener con el racionamiento cada 9 días, porque cuando se implementó cada 21 días el consumo subió considerablemente. Finalmente, piden que se mantengan las medidas de ahorro para evitar que se tenga que endurecer la restricción del acceso al agua potable.