La movilidad en Bogotá para las personas en condición de discapacidad es cada vez más compleja y pese a los esfuerzos de las administraciones locales para intentar facilitarle la vida a esta población, es innegable que la mayor parte de personas en condición de discapacidad que viven en la capital del país no tienen acceso a cosas tan básicas como el trasporte público. Aunque para acceder al TransMilenio es relativamente fácil para una persona que debe andar en silla de ruedas, ni siquiera ese sistema se salva, ya que, en la mayoría de las estaciones, el acceso por las puertas destinadas para las personas con movilidad reducida o limitada no funcionan.
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Ahora bien, cuando se habla de otro tipo de medios de transporte como los buses del SITP o las flotas intermunicipales, el calvario es peor. Aunque la Alcaldía de Bogotá ha hecho varios esfuerzos para poder modernizar la flota del SITP, aún hay varios buses que no tienen acceso para personas en silla de ruedas o con movilidad reducida o limitada. A la hora de hablar de los buses intermunicipales, más conocidos como flotas, el tema es peor, y varias personas en condición de discapacidad optan por evitar utilizar este medio de transporte por el calvario y la humillación que muchas veces tienen que sufrir para poder utilizar el medio de transporte.
Pero esto no es impedimento para todas las personas y, aunque no lo quieran, muchas veces las personas en condición de discapacidad se ven obligadas a usar medios de transporte que pueden ser incómodos para ellos. Gracias a un video difundido en redes sociales, se pudo ver como una usuaria de una flota perteneciente a la empresa Alianza, que opera desde Bogotá hacia municipios aledaños a la capital, utilizó la flota sin importar que va en silla de ruedas.
Al momento de descender del vehículo, se ve como el conductor, educadamente, detiene la flota, baja la silla de ruedas de la bodega del vehículo, la ubica en el andén y entra a la flota por la puerta de los pasajeros. En ese momento, y para sorpresa de muchos, el conductor baja del vehículo con la pasajera en sus brazos, la ubica cómodamente en su silla de ruedas, se despide de ella dándole sus pertenencias y se retira. Varias personas han aplaudido la actitud y disposición del conductor quien, aunque no es su trabajo, ayudó de la mejor manera a la pasajera.
