La venta de aguardiente en Colombia está a punto de cambiar para siempre y la Corte Constitucional tendría la última palabra en el dilema legal que inició la prohibición de la venta del aguardiente amarillo en Bogotá. Actualmente, la mayoría de departamentos del país producen su propia marca de aguardiente, de diferentes sabores y colores, pero por ley solamente se puede consumir en ese departamento donde es producido.
Ahora bien, luego de una demanda presentada ante la superintendencia de Industria y Comercio asegura que el artículo 28 de la ley 1816 del 2016, que establece que los departamentos puedan suspender por seis años la venta de otras marcas en su territorio, va en contra de la constitución y del libre mercado en el país. En la demanda aseguraban que esta limitante atenta contra el modelo económico del país y pretende decirle a los ciudadanos que aguardiente puede consumir.
La audiencia pública se llevará a cabo el próximo 7 de octubre en la Corte Constitucional y buscarán que los ciudadanos que deseen acercarse den su punto de vista sobre la forma de comercializar el aguardiente en Colombia. Se espera que el monopolio regional se acabe en el país y se de un libre mercado, con el fin de que sea el consumidor el que elija qué aguardiente consumir sin restricción de regiones.
Con esto, la ciudadanía espera que finalmente se aplique el libre mercado en el aguardiente del país y se retome la comercialización de diferentes licores en otras regiones del mundo. Un claro ejemplo de esto es que el aguardiente amarillo de Manizales, que en su momento tomó gran popularidad en Bogotá y luego se prohibió su venta porque le estaba ganando a los aguardientes de Cundinamarca; los ciudadanos esperan que regrese a la ciudad.
