El presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, abrieron un nuevo frente de discusión entre la Nación y el Distrito durante los últimos días, esta vez por un tema insospechado: la lucha contra el hambre.
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A través de su cuenta de X, el primer mandatario reveló que hicieron una convocatoria para que los alcaldes identificaran lotes en los cuales se podrían ubicar Puntos de Abastecimiento Solidario (PAS), donde el Gobierno Nacional planteaba facilitar la adquisición de alimentos baratos o gratuitos con el fin de acabar con el hambre.
“Imaginen qué alcaldías no inscribieron ningún lote: Bogotá y Medellín. Solicito a las comunidades pobres en Medellín y Bogotá encontrar lotes para hacer los PAS contra el hambre”, sostuvo el presidente Petro.
El alcalde Galán no guardó silencio y le contestó al primer mandatario que la falta de alimentos en las mesas de los bogotanos no se combate “con discursos ni con trinos”. Y anunció que en la mañana de este martes lanzaría una política pública contra el hambre.
En efecto, ayer la Alcaldía de Bogotá reveló cuáles serán los ejes centrales de esta nueva propuesta. Entre otras cosas, Galán sostuvo que la capital concentró cerca del 34,9 por ciento del total de abastecimiento de alimentos a nivel nacional y agregó que en Colombia alrededor del 34 por ciento de la comida se desperdicia o se pierde.
“Tenemos comida suficiente para toda la ciudad, pero en Bogotá todavía hay personas que se acuestan con hambre”, explicó el alcalde mayor.
¿En qué consistirá el plan contra el hambre de Galán?
El programa ‘Bogotá sin hambre 2.0′ buscará suplir la demanda de alimentos en la ciudad por medio de distintas estrategias. La idea es que el 4,2 por ciento de la población bogotana que padecía inseguridad alimentaria grave en 2022 baje al 2,2 por ciento en 2027.
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Para conseguirlo, plantearon el aumento en las transferencias monetarias enfocadas en las familias que sufren de pobreza extrema, el fortalecimiento de algunas estrategias sociales como los comedores comunitarios, el incremento de la oferta de alimentos y proponer distintas alianzas público - privadas.
También habrá un esfuerzo en la mejora del Plan de Alimentación Escolar (PAE) de la ciudad. Solo en ese rubro, la capital espera invertir cerca de 3,6 billones de pesos.
En total, la inversión ascenderá a 4,6 billones de pesos. Los recursos también se destinarán a garantizar el bienestar alimentario y las transferencias que corresponden al Ingreso Mínimo Garantizado en la capital.
“Bogotá sin hambre 2.0 es un programa robusto y eficaz. Somos conscientes que de discursos nadie se alimenta y por eso nuestro compromiso es ejecutar con disciplina estos cuatro años. Nadie en Bogotá debe acostarse a dormir con hambre, porque eso también es una forma de violencia y nuestro compromiso es avanzar en una Bogotá Sin Hambre”, concluyó Galán.
¿Qué tan grave es el hambre en Bogotá hoy?
Hay varios indicadores que les permiten a las autoridades palpar cuáles son las dificultades que tienen los ciudadanos para acceder a una alimentación adecuada. Uno de ellos lo recoge el Instituto Nacional de Salud (INS) en su Boletín Epidemiológico Semanal. En ese documento se muestran los resultados de la vigilancia que hacen las entidades sanitarias del país sobre distintos problemas de salud pública.
Entre otras cosas, miden la prevalencia de la desnutrición aguda moderada y severa en menores de 5 años. Según el último boletín, que recoge datos hasta el 10 de agosto pasado, solo en Bogotá 2.205 niños fueron diagnosticados con esta condición en lo que va de este año.
Aunque se trata de una cifra considerable, los datos muestran una disminución en comparación con los registros que se tenían para las mismas fechas del año pasado. Para este punto del año pasado, 2.311 menores de 5 años habían reportado desnutrición aguda moderada y severa.
Si bien todo apunta a que habrá una mejora en este indicador durante el 2024, las cifras venían empeorando en los últimos años. Así lo señaló el más reciente informe de Bogotá Cómo Vamos, dedicado a analizar la gestión de la Alcaldía de Claudia López.
“La desnutrición crónica en menores de 5 años viene aumentando desde 2021, cerrando 2023 con una prevalencia del 14,2%. Este repunte representa un problema de salud pública que debe ser atendido con urgencia”, advirtió Bogotá Cómo Vamos en su documento.
En esa misma publicación también indican que la inseguridad alimentaria es un asunto al que hay que prestarle mayor atención. De hecho, sus cifras apuntan a que, hasta el año pasado, el 14,1 por ciento de los hogares en la capital padecían de inseguridad alimentaria.
Sin embargo, la información que maneja el Distrito es aún más preocupante. El alcalde Galán ha señalado, por ejemplo, que alrededor de un cuarto de los bogotanos padece inseguridad alimentaria grave o moderada.
Para reducir este fenómeno es clave que los hogares no solo accedan a alimentos más baratos, sino también que cuenten con herramientas laborales y económicas adecuadas. Así también lo recomendó Bogotá Cómo Vamos en su informe.
“Es fundamental que la nueva alcaldía priorice la implementación de políticas públicas y programas que promuevan la empleabilidad formal y estable de manera más equitativa, con el fin de que las personas, especialmente las mujeres, migrantes y jóvenes, tengan ingresos estables que les permitan garantizar las necesidades básicas y con ello mejorar su calidad de vida”, apuntó Bogotá Cómo Vamos.