Las investigaciones sobre el asesinato de Juan Sebastián Aguilar, conocido como ‘Pedro Pechuga’, han tomado un giro inesperado con la revelación de nuevas pistas que podrían implicar a una organización de narcotráfico internacional. Aguilar, un destacado esmeraldero y zar de la seguridad en Boyacá, fue asesinado por un francotirador el pasado 7 de agosto, un crimen que ha desatado numerosas especulaciones y líneas de investigación.
Una reciente investigación, reportada por Noticias Uno, sugiere que el asesinato podría haber sido ordenado desde Dubái, Emiratos Árabes Unidos, por una organización clandestina conocida como la Nueva Junta Directiva del Narcotráfico (Njdn). Esta organización, que se creía extinta, estaría conformada por empresarios del sector esmeraldero que utilizan la explotación de yacimientos de piedras preciosas como fachada para lavar dinero proveniente del tráfico de estupefacientes. Uno de los dueños de estas minas tendría como residencia el paraíso fiscal de Dubái donde imparte órdenes para Colombia incluyendo a alias “Iván Mordisco”.
Según información de inteligencia, esta estructura criminal podría estar vinculada no solo al asesinato de Aguilar, sino también a un presunto plan para atentar contra la vida del presidente Gustavo Petro, un complot que el mandatario denunció la semana pasada. Estas revelaciones han generado un fuerte impacto en las autoridades, que ahora enfrentan un panorama mucho más complejo en su esfuerzo por desentrañar el móvil detrás de este asesinato.
Además de estas nuevas hipótesis, la investigación ha explorado otras posibles causas, como una purga interna entre esmeralderos o la expansión del Clan del Golfo en la capital del país. Las autoridades han centrado su atención en una mina de esmeraldas en Maripí, Boyacá, donde Aguilar era socio. Esta mina, que ha sido fuente de conflictos en el pasado, podría ser un elemento crucial para entender el trasfondo del crimen.
También se preguntan si este crimen está relacionado con el del también esmeraldero Jorge Enrique Gómez, ocurrido en 2021 y Luis Agustín Caicedo Velandia asesinado en junio de 2021 y de Juan Carlos Useche muerto en agosto de 2022 quien fue asesinado junto con su pareja sentimental quien meses antes estuvo de viaje en Dubái. Los casos estarían relacionados con esmeralderos que se han dedicado al narcotráfico.
En estos casos, Noticias Uno aseguró que detrás de los asesinatos está Julio Alberto Lozano, alias ‘Patricia’ negociante de las esmeraldas en Dubái.
También está implicado un exdetective del DAS, Claudio Javier Silva Otálora quién después se dedicó al lavado de dólares y que lo llamaban como alias ‘El Patrón’ mientras hablaba dentro de su vehículo con Juan Francisco Caicedo Velandia hermano del esmeraldero Luis Caicedo, asesinado en 2021. En medio de las balas Caicedo huyó del lugar de los hechos pero meses después también fue asesinado en Bogotá.
Las investigaciones han avanzado rápidamente, comenzado a recolectar testimonios de personas cercanas a Aguilar. Algunos de estos testimonios han resultado ser claves para el CTI (Cuerpo Técnico de Investigación), aportando nombres de individuos que supuestamente persuadieron a Aguilar de trasladarse al lugar donde finalmente fue asesinado, solo 20 días antes del ataque. Este detalle ha levantado sospechas y se ha convertido en un punto central en la investigación.
‘Pedro Pechuga’ habría sido asesinado por esmeraldero radicado en Dubái
Uno de los aspectos más enigmáticos del caso es la desaparición del celular de Aguilar. A pesar de la minuciosa inspección en el lugar de los hechos, los investigadores no lograron localizar el dispositivo, lo que ha generado más incertidumbre. Adicionalmente, algunos familiares de Aguilar han optado por no brindar demasiados detalles en sus declaraciones, complicando aún más el trabajo de los investigadores.
Inicialmente, se pensó que el asesinato fue ejecutado por un francotirador utilizando un fusil de alta precisión, específicamente un Galil calibre 5,56 milímetros. Sin embargo, nuevas pruebas han desmentido esta teoría. En el lugar donde supuestamente se escondió el asesino, se encontraron casquillos de proyectiles de 9 milímetros, lo que sugiere el uso de un subfusil de ese calibre, como los Colt SMG o las carabinas AR15, armas conocidas por su precisión a corta distancia, similar a la que se encontraba Aguilar en el momento de su muerte.
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Estas revelaciones han complicado aún más la investigación, que sigue abierta con el objetivo de desentrañar todas las aristas de este complejo caso.
