Recientemente, la comunidad médica se conmocionó con la noticia de la muerte de la doctora Catalina Gutiérrez Zuluaga, residente de cirugía en la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá. Este trágico suceso llevó al doctor Carlos Jaramillo a pronunciarse públicamente sobre las duras condiciones a las que se enfrentan los residentes de medicina en Colombia.
PUBLICIDAD
Carlos Jaramillo, médico egresado de la Universidad de La Sabana y director Científico de Savvy y del Instituto de Medicina Funcional, decidió compartir su experiencia personal tras haberse retirado de la especialización en cirugía en la Universidad Javeriana, debido a los presuntos maltratos que recibió. En un emotivo video publicado en su cuenta de Instagram, Jaramillo expresó: “Hoy la medicina está de luto, debido a una doctora que decidió terminar con su vida”. Estas palabras resonaron fuertemente, destacando la gravedad del problema.
Doctor Carlos Jaramillo se pronunció sobre caso de muerte de médica Catalina Gutiérrez Zuluaga en la Javeriana
El doctor Jaramillo relató su trayectoria, mencionando que su sueño siempre fue ser cirujano. Después de ganar una beca para estudiar en Estados Unidos, regresó a Colombia para realizar su rural, postulándose posteriormente a la Universidad Javeriana para la especialización en cirugía. Aunque era poco probable que lo aceptaran debido a su formación previa, su impresionante hoja de vida le permitió ser uno de los cuatro seleccionados entre 200 aspirantes.
Jaramillo subrayó la dificultad de entrar en estas especializaciones, lo que explica por qué muchos, incluida Catalina Gutiérrez, no se retiran fácilmente a pesar de los maltratos. Desde el inicio, fue advertido por sus compañeros sobre los abusos que sufriría, algo que se consideraba una prueba de resistencia. Comparó el sistema de residencia en Colombia con el de Estados Unidos, señalando que mientras en Colombia los residentes trabajan desde las 5 a.m. hasta las 8 o 9 p.m. y deben pagar por ello, en Estados Unidos reciben un salario y tienen un límite de horas establecido.
El maltrato, según Jaramillo, comienza desde el primer día por la falta de conocimiento, lo cual es irónico ya que “es que tengo derecho a no saber, por eso estoy pagando”. Además, mencionó que los doctores humillan a los residentes frente a los pacientes, afirmando que estos no saben diagnosticar.
El doctor también abordó el acoso sexual y machista hacia las mujeres residentes, recordando comentarios despectivos y chistes inadecuados por parte de los médicos. Mencionó un caso en particular de un compañero que se vio tan afectado por el acoso que llegó a golpearse la cabeza contra los lockers y llorar.
Jaramillo explicó que este tipo de maltrato tiene el supuesto objetivo de “forjar carácter” en los residentes, pero en realidad crea un ambiente de silencio y sufrimiento. La presión y el abuso afectan gravemente la salud mental de los residentes, llevándolos al límite. Él mismo confesó que llegaba llorando a casa debido al estrés.
PUBLICIDAD
Sobre el caso de Catalina Gutiérrez, Jaramillo afirmó que el nivel de maltrato al que están sometidos los residentes fue un factor determinante en su decisión de quitarse la vida. Gutiérrez dejó una carta a sus compañeros explicando que no pudo soportar más el abuso y prefirió terminar con su vida en lugar de retirarse. Este trágico desenlace resalta la urgente necesidad de revisar y reformar las condiciones en las que trabajan los residentes de medicina en Colombia.
También puede leer: Mujer en Medellín pidió un air fryer por Amazon y le llegó con un lagarto vivo
En conclusión, el testimonio del doctor Carlos Jaramillo no solo revela las dificultades y el sufrimiento que enfrentan los residentes médicos, sino que también hace un llamado a la acción para detener el maltrato y crear un ambiente más saludable y justo para los futuros médicos. La muerte de Catalina Gutiérrez Zuluaga debe ser un punto de inflexión para mejorar las condiciones de trabajo y proteger la salud mental de los residentes.
