Luego de que se viralizara un video de una mujer lamiendo los pasamanos de un bus de TransMilenio, cientos de usuarios reaccionaron mostrando su desagrado y lo asquerosa que consideraron la acción de la usuaria. Puesto que para nadie es un secreto, que los buses del servicio público movilizan a miles de personas por la capital del país y por ende los tubos, desde los cuales se sujetan los pasajeros, acumulan muchos gérmenes y bacterias.
No obstante, el acto de la usuaria, que resultó bastante criticado y rechazado por muchos, también avivó la curiosidad sobre los estándares de sanidad que se manejan al interior del TransMilenio y especialmente sobre el aseo de los articulados.
Es así como en medio del debate, hay que traer a colación las medidas de racionamiento de agua que se han implementado en la capital con el fin de mitigar los riesgos de desabastecimiento, producto del Fenómeno de El Niño.
Debido al racionamiento de agua en Bogotá, el procedimiento de lavado de los buses de TransMilenio ha sido modificado. Anteriormente, este sistema de transporte realizaba la limpieza tanto interna como externa de sus buses a diario. No obstante, tras la implementación del racionamiento, el alcalde Carlos Fernando Galán anunció el lunes 15 de abril que la flota, compuesta por 2.360 buses troncales y 8.625 buses zonales, cambiaría sus rutinas de lavado.
Qué bacterias puede haber en los tubos del TransMilenio que comprometen la salud
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Anglia del Este y el Centro John Innes reveló la presencia de diversas bacterias y virus en los tubos del transporte público, incluyendo staphylococcus, S. aureus, pseudomonas, P. aeruginosa, escherichia coli y salmonella, entre otros microorganismos. Estos patógenos pueden causar infecciones en la piel, enfermedades respiratorias e incluso intoxicaciones alimentarias.
Por otro lado, una investigación de la Universidad Manuela Beltrán en 2016 encontró 50 unidades formadoras de colonias bacterianas en una superficie de 5 cm² en los tubos de los autobuses de transporte público, lo cual podría ser un riesgo para la salud gastrointestinal.