Desde la llegada de Carlos Fernando Galán al palacio de Liévano, Bogotá ha enfrentado varios cambios en diferentes frentes. Llama la atención que el de la movilidad es el que menos cambios ha evidenciado en los primeros tres meses de gobierno, sobre todo, y teniendo en cuenta que uno de los ejes de la campaña a la alcaldía, del ahora alcalde Galán, fue un cambio en el pico y placa que traería una importante transformación a la movilidad de la ciudad.
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Con los más de 600 frentes de obra activos en las vías de Bogotá, las constantes manifestaciones y la gran cantidad de usuarios de vehículos particulares la movilidad de la capital no deja de ser un caos, principalmente en las horas pico. A esto se le suma que a principio de año vencía el convenio entre Soacha y Bogotá, con el que se permite el tránsito dentro de la capital de los buses intermunicipales que conectan ambas urbes.
Para enfrentar esta problemática, tener una amplia oferta de medios de transporte públicos y seguir la construcción de la Bogotá – Región de Claudia López, el Distrito decidió a principio de año renovar el contrato por un año más, pero pidiéndole a la alcaldía de Soacha que hiciera esfuerzos para transformas esa flota de buses por una que hiciera parte del Sistema Integrado de Transporte. Esta decisión favoreció a más de 200.000 personas que diariamente entran a la capital desde Soacha y no utilizan TransMilenio.
Es importante recalcar que la semana pasada ambas administraciones acordaron ampliar por otro año el convenio de buses intermunicipales. Lo que significa que el servicio que se presta, principalmente en la Av. Boyacá y la Av. 68, seguirá disponible hasta finales del 2025.
Pico y Placa
Durante la campaña a la alcaldía, Carlos Fernando Galán aseguró que el camino a seguir para mejorar la movilidad en la ciudad era un cambio en la medida del pico y placa, ya que, decía, “es una medida que está quedándose anticuada y no le está ayudando a Bogotá”. En campaña Galán anunció que el ‘pico y placa solidario’ acabaría una vez llegara a la alcaldía, pero ya han pasado tres meses de mandato y la medida solo se ha suspendido durante los días de alerta por contaminación debido a los incendios en los cerros orientales.
De igual forma, ni desde la Alcaldía y tampoco desde la Secretaría de Movilidad se ha hablado claro sobre el futuro del pico y placa. Claudia Díaz, secretaria de Movilidad de Bogotá, asegura que se están evaluando medidas sobre el futuro de la medida. Dijo que, desde la Secretaría, “estamos haciendo todos los análisis de cara a las distintas variaciones que ha tenido el pico plata en los últimos cuatro años y a la situación que tenemos en este momento con las obras. Estamos analizando diferentes escenarios y cuál sería ese resultado estimado frente a las distintas modalidades que podríamos tener en el pico placa”.
La funcionaria no descartó el regreso de las horas valle a la ciudad, algo que Galán prometió en campaña, pero asegura que las decisiones se tomarán a partir de los resultados de los estudios de Movilidad que se adelantan en la ciudad. Sumado a esto, aunque no es claro el futuro del pico y placa en la ciudad, es claro que se avecina un cambio en la medida que permita descongestionar a la ciudad en las horas pico, y sobre todo en las zonas con mayor concentración de obras.
Es por esto por lo que el alcalde ha propuesto que la medida se transforme y se cree un pico y placa zonal, que funcione en las horas pico y restrinja la circulación de vehículos en zonas como la Av. 68, que se encuentra en obra por la construcción de la troncal de TransMilenio. Desde la alcaldía se ha buscado reducir la cantidad de vehículos particulares que circulan en Bogotá con un único pasajero, por eso también se ha tenido en cuenta la posibilidad de que regresen medidas como el carro compartido.
