En materia ambiental, la administración de Carlos Fernando Galán ha tenido que enfrentarse a una serie de situaciones inesperadas y alarmantes, debido al actual fenómeno de El Niño, decía en su primer día como alcalde: “Trabajaremos por una Bogotá sostenible y resiliente al cambio climático, en la que el respeto por el medio ambiente guíe cada una de las acciones tanto de la administración como de la ciudadanía”.
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Sin embargo, el mandatario de los bogotanos no esperaba que la gran sequía y el fuerte sol que se presentó durante el mes de enero, provocaría fuertes incendios forestales que preocuparían a los ciudadanos. Además, este mismo problema haría que la calidad del aire se deteriorara considerablemente, sumado a la alerta de racionamiento de agua por el bajo nivel de los embalses.
Bogotá bajo fuego: los incendios forestales que solidarizaron a los capitalinos
Con tan solo 22 días de ser alcalde mayor de Bogotá, Galán y los bogotanos se levantaron en medio de una ola de humo proveniente de los cerros orientales. A la altura de la quebrada La Vieja, un incendio forestal se presentaba y amenazaba a las residencias cercanas a Chapinero Alto.
Inmediatamente los organismo de socorro fueron activados y rápidamente llegaron al lugar de las conflagraciones; no obstante, ese día los habitantes de la capital colombiana, tuvieron que irse a dormir mientras Bomberos, policías, militares y voluntarios trataban de eliminar las llamas.
Al siguiente día las autoridades informaban que seguían tratando de controlar la llamas, pero a ese incendio se le sumaba otro en el cerro El Cable, y así durante una semana y media, Galán tuvo que lidiar con varias conflagraciones en algunos sectores de la ciudad.
Carlos César Parrado es docente universitario en la Universidad del Rosario, tiene un posdoctorado en Contaminación y recursos naturales, para él la situación vivida en la ciudad no fue algo extraño, ya que la gran extensión de bosque que tiene la capital, lo hace propicia para este tipo de fenómenos naturales.
“Bogotá al tener una reserva forestal protectora como lo es el bosque oriental que tiene un área de 13.224 hectáreas; si lo comparamos con el área urbana de Bogotá que son 47.800 hectáreas, nos da cerca de un 28% de reserva forestal, lo cual hace a la ciudad tener un potencial forestal significativo, pero también un área sensible a incendios forestales”, dijo el experto.
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El 31 de enero el mandatario de los capitalinos atendió una rueda de prensa en la que finalmente daba por terminada las labores de los bomberos, en ese momento dijo:
“Ya esta primera etapa de la temporada de riesgo en términos de incendios forestales está superada. El incendio en el cerro El Cable ya está liquidado y en proceso de guarda de cenizas, que es la última etapa que los bomberos realizan para evitar que resurja, y ya está superada también la situación registrada en el parque Entrenubes”.
La cifra
- El fuego consumió 60 hectáreas de bosque capitalino.
- Para calmar y eliminar estas llamas, fueron necesarias 725 descargas de agua a través de cuatro helicópteros: dos de la fuerza aérea, uno de la Policía Nacional y uno privado.
- 1.434 personas estuvieron en los puntos donde se presentaron las conflagraciones.
“Luego de un incendio forestal, algunos árboles jamás volverán a brotar del suelo. Este mismo puede tardar entre 1 y 5 años en volver a ser fértil, dependiendo de la intensidad del incendio y de otros factores como los nutrientes o el nivel de humedad. no solamente es la vegetación quemada es la pérdida de biodiversidad, algo que también afecta a la fauna local y obliga a muchas especies a desplazarse”, explicó César Parrado, experto en temas ambientales.
Arborización, bosques urbanos y restauración de fuente hídricas: la apuesta en cuatro años
El pasado 19 de marzo, en el Concejo de Bogotá la Secretaría Distrital de Ambiente presentó las acciones y mecanismos estratégicos para la atención a la emergencia climática en la ciudad.
Entre las acciones explicadas por Adriana Soto, se encuentran la educación ambiental, ecourbanismo, restauración ecológica, arbolado, agricultura urbana, manejo de emergencias y desastres, mitigación del riesgo, cambios de hábitos de consumo, separación en la fuente y reciclaje.
Dentro de estas medidas, la Secretaría de Ambiente ha hecho especial énfasis en la implementación de bosques urbanos para mejorar la calidad del aire. El pasado viernes 5 de abril en compañía del alcalde Galán, Soto hizo el lanzamiento de este primer modelo.
“Hoy marcamos un hito importante, declaramos el primer Bosque Urbano de nuestra administración y, además, el primero en ser postulado por la comunidad”, dijo el alcalde, quien aseguró que esperan inaugurar cinco más de este estilo.
Para el investigador y experto en medioambiente y sostenibilidad urbana, Carlos César Parrado, estas serie de medidas sirven y contribuyen a mejorar y combatir el cambio climático, pero es necesario ir más allá, como por ejemplo cambiar el modo de consumo y de producción.
“Una ciudad sostenible es una ciudad que reduce el impacto ambiental de sus actividades y promueve modalidades de consumo y producción acordes con sus propias condiciones territoriales, geográficas, sociales, económicas y culturales. Y esto es un trabajo donde Bogotá debe enfocarse mucho mejor”, aseveró Parrado.
El fenómeno del El Niño “raspó la olla” del agua
El actual fenómeno de El Niño continúo dejando estragos en la ciudad de Bogotá, aunque se creía que la fuerte ola de calor, acompañado de los incendios forestales iban a ser los problemas en los que Galán iba a centrarse, lo cierto es que a principio de abril el alcalde tuvo que anunciar que la capital colombiana deberá someterse a racionamientos de agua.
Los niveles de los embalses están bajando y aunque ha empezado a llover esporádicamente en la ciudad, no alcanza para revertir la situación. Actualmente el embalse de Chingaza, que es el que le provee el 70% de agua a Bogotá, está en el 16,22% de su capacidad, lo que se traduce de acuerdo a declaraciones de la gerente de Acueducto, en que hay agua para 54 días.
Es por eso que desde todas las entidades incluso las del Gobierno Nacional, se hizo un llamado para que la ciudadanía tome conciencia y se utilice el líquido vital de manera responsable y para lo exclusivamente necesario.
El Acueducto ha enlistado unas acciones principales para no desperdiciar el agua:
- Duchas de 5 minutos máximo.
- Usar la lavadora con la carga completa.
- Cerrar la llave al cepillarte los dientes.
- No regar jardines, ni lavar vehículos ni fachadas de edificios
“Es un momento en el que tenemos que ser solidarios”, señaló Natasha Avendaño, gerente de Acueducto.