El incidente ocurrido en la localidad de Antonio Nariño, sur de Bogotá, donde un exsuboficial de la Policía abatió a dos presuntos ladrones en un intento de robo a un restaurante, ha suscitado un debate sobre la legalidad de su actuación. Frente al caso, Blu Radio analizó la polémica gira en torno a si su acción fue en legítima defensa o si fue desproporcionada.
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El abogado Francisco Bernate argumenta que la respuesta del exsuboficial no se puede considerar legítima defensa, ya que, según él, los ladrones ya habían abandonado el establecimiento y no representaban una amenaza inminente. Bernate enfatiza que la reacción fue desproporcionada, equiparando la pena de muerte con una cadena.
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En contraste, el medio citó al abogado Fabio Humar sostiene que sí se trató de legítima defensa, argumentando que aunque el ataque había cesado unos segundos antes, no se puede descartar que los delincuentes hubieran regresado para atacar nuevamente a las víctimas. Esta posición también es respaldada por el abogado Ricardo Burgo, quien considera que la acción del exsuboficial se enmarca dentro de la legítima defensa, respondiendo a una amenaza inminente.
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“sí estamos en presencia de una legítima defensa. Si bien el ataque ya había pasado unos segundos antes, uno no puede descartar que los delincuentes se hubieran devuelto a terminar de ultimar a su víctima o de maltratar a los comensales en el restaurante, motivo por el cual estaba perfectamente habilitada la persona para disparar en contra de esos asaltantes”, indicó Humar.
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El suceso tuvo lugar el pasado 20 de febrero en horas de la tarde, y hasta el momento la situación judicial del exuniformado permanece indefinida. Fuentes de la Fiscalía han confirmado que se está evaluando el tiempo, modo y lugar de los hechos para que el fiscal a cargo tome una decisión sobre si imputarlo por los delitos de homicidio agravado por indefensión, exceso en legítima defensa e ira e intenso dolor, con una posible pena de prisión superior a 50 años.