El convenio por más 10 años entre Soacha y Bogotá de permitir la entrada de pasajeros a la capital en buses urbanos, se dará por terminado el próximo martes 7 de noviembre, dejando en incertidumbre a más de 108.000 personas que viajan diariamente hasta con un flujo en hora pico de 14.690 pasajeros.
Desde la Administración Distrital señalaron que garantizarán el transporte poniendo a disposición buses del Sistema Integrado de Transporte (SITP), algo que el Alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, dijo, no permitirá. “Yo como alcalde no voy a permitir que el SITP entre a Soacha por encima de las empresas para que acabe con ellas y con los empleos de los soachunos. Yo tengo que defender tanto a usuarios como a transportadores”.
Y es que para el martes 24 de octubre, estaba programado una protesta con advertencia de Paro por parte de los transportadores de Aprotranspublis y demás; sin embargo, esto no se llevó a cabo luego de que los conductores, la Alcaldía de Soacha y el Ministerio de Transporte se reunieron sobre el mediodía del lunes 23 de octubre.
“A todos nuestros transportadores, que tengan la calma y la tranquilidad de que tenemos que avanzar en la modernización del transporte. Es inevitable. Es necesario para la ciudad. Y en ese sentido vamos a tener mesas de trabajo para avanzar”, indicó Saldarriaga.
Sin embargo, en esa reunión no hubo ‘humo blanco’ y el miércoles 25 de octubre, los conductores salieron masivamente a las calles de Soacha; protesta que término con un colapso a la movilidad, miles de personas caminando hacia sus trabajos, un trabajador de TransMilenio herido y 11 buses del Sistema vandalizados.
Tras mesas de diálogo, por fin hubo solución en el transporte urbano
El Ministerio de Transporte intervino en los últimos días, con el fin de aliviar la situación de no solo los pasajeros, sino los conductores y sus familias. “Nosotros quedamos volando, las familias y todo”, dijo Héctor Pinzón, uno de los conductores para Citytv.
Para ello fijo las fechas del miércoles 25 y viernes 27 de octubre con el fin de que tanto la Alcaldía de Soacha como la de Bogotá, comparecieran ante ese Ministerio. “Ante el riesgo de la suspensión de un servicio esencial para la comunidad y dada la naturaleza y complejidad derivada de las poblaciones que pueden verse afectadas, este Ministerio estudia asumir conocimiento del asunto para garantizar los derechos del usuario”, aseguró en un documento de cuatro folios.
Fue precisamente al término de la segunda reunión, que el alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, dio la noticia que pasajeros y transportadores estaban esperando: regirá un nuevo convenio con distintas condiciones, a partir del 8 de noviembre y hasta esa misma fecha en 2024.
“La flota de vehículos que hoy está operando entre Soacha y Bogotá, seguirá operando bajo algunas condiciones y modalidades para poder llegar a modificar, modernizar y mejorar la prestación del servicio”.
Asimismo, el primer mandatario de ese municipio, indicó que “se garantizará la no exigencia de la planilla única del viaje ocasional para los taxistas. O sea que tranquilidad en toda la comunidad”.
Respecto a la garantía de este convenio, indicó que el Ministerio de Transporte permitirá la reposición de buses urbanos. Desde la Alcaldía de Soacha, dijo, ya empezaron a mantener diálogo con Naturgas, “para empezar a ver como incluimos las energías limpias y estar acorde al medioambiente, como también nuevas rutas de transporte para ayudar a descongestionar la Autopista Sur”, sentenció Saldarriaga.
Asimismo, desde el Gobierno Nacional se comprometieron a realizar un estudio que permita identificar cuáles son las necesidades de movilidad en este corredor vial “que se cubrirían o no con los diferentes sistemas de transporte masivo para poder adecuar un nuevo convenio”, dijo el alcalde de ese municipio.
Finalmente, durante el año del acuerdo, el alcalde Carlos Saldarriaga, acotó que se garantizará el transporte con “toda la flota renovada de modelo 2020-2021 y 2021-2022″, más los 1.000 buses intermunicipales que dará el Ministerio de Transporte.
¿Por qué la Alcaldía no quería renovar el convenio?
Según la administración de la alcaldesa, Claudia López, lo que iba a ser la finalización del acuerdo por más de diez años, se iba a dar por una sobreoferta de buses, que terminaran con la conocida “guerra del centavo”, pues los cerca de 112 vehículos no están regulados con paraderos definidos o la recaudación del pasaje en tarjeta, y por ende, todo esto aumenta la competencia entre los transportadores.
Sumado a esto, el Distrito indicó que “el 80 % de la flota supera los 20 años de edad sin estándares ambientales”. Lo que se traduce en mayor contaminación a diferencia de los buses eléctricos que circulan por la ciudad.
“Bogotá en la última década ha evolucionado completamente su transporte público. Eliminamos la guerra del centavo. Organizamos nuestras rutas. Tenemos un esquema de paraderos y adicionalmente nos movemos en flotas sostenibles”, sentenció la secretaria de Movilidad, Deyanira Ávila.