En confusos hechos, adolescente fue hallado muerto luego de que sicarios dispararan a su padre en Bogotá

En horas de la mañana de este jueves, se registró un hecho sicarial sobre la calle 183 con carrera novena, localidad de Usaquén.

Según reporte preliminar de las autoridades, el homicida habría estado esperando en este punto destapado de la ciudad -pues al parecer le había hecho seguimiento-para disparar al conductor en al menos siete ocasiones y posteriormente huir en una motocicleta junto a su cómplice.

Una vez las autoridades recibieron la llamada de alerta, un cuadrante de la zona arribó al lugar y se encontró que dentro de la camioneta de alta gama, que no estaba blindada, iba también un adolescente de 14 años, hijo de la víctima: el abogado Carlos Ernesto Gaviria de 45 años, quien llevaba una camiseta azul de cuadros y jean.

Lo que llamó la atención de los uniformados, era que el joven al parecer no fue herido durante el hecho, pues la Policía señaló que su cuerpo ya estaba frío y no presentaba signos de violencia.

Iba a dejar a su hijo al colegio

El jurista, Carlos Ernesto Gaviria, se desplazaba todos los días por la mencionada ruta destapada para llevar a su hijo al Colegio Vermont, donde estudiaba.

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Para las autoridades, que el sicario lo esperara en este punto, daría indicios de que habría sido predeterminado, pues conocían la rutina de Gaviria.

“Nos anuncian de un caso en el cual resulta asesinada una persona del sector de Usaquén. De manera inmediata llega nuestro cuadrante, verifica y efectivamente se encuentra con un cuerpo sin vida”, aseguró el coronel Javier Gallego, de la Policía Metropolitana de Bogotá, en entrevista con Blu Radio.

Gallegó, agregó que están “realizando las labores de lo que corresponde al sector con testigos del hecho con el fin de orientar la investigación. Vamos a ser contundentes en lograr ubicar a estos sicarios”.

Al lugar arribó el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), para realizar el respecto levantamiento de los cadáveres.

Respecto al presunto móvil del crimen, hasta el momento la Policía no tiene ninguna pesquisa sobre si se trató de un ajuste de cuentas por su labor como abogado o si había recibido amenazas anteriormente.

Por este hecho, la Policía ofrece una recompensa de hasta 10 millones de pesos.