La aprobación en el Congreso de la República de la adición presupuestal por 16.9 billones de pesos para diferentes sectores a nivel nacional, permitió la inyección de nuevos recursos para el sistema de transporte masivo de la ciudad de Bogotá: TransMilenio. Junio era la fecha límite para que el sistema recibiera un empujón para su sostenimiento económico y finalmente un billón de pesos será puesto por el Gobierno Nacional, con lo cual se iniciarán algunos cambios.
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La alcaldesa Claudia López utilizó sus redes sociales para celebrar la decisión tomada en el Congreso con respecto al artículo 4 de la adición presupuestal que determina la inyección de recursos para sistemas de transporte masivo. Esta propuesta también ha sido abanderada por el ministro de Hacienda y varios congresistas que habían solicitado que se aprobara la renegociación de contratos para la operación de TransMilenio.
“Hay una posibilidad de renegociar para abrir la puerta, sentar a los operadores y establecer estructuras de costos, estandarizarlas. Hoy no hay estructuras estandarizadas de costos de transporte público”, dijo al respecto la representante Olga Lucía Velásquez, del Partido Verde, coautora de la proposición.
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El cambio que se viene para TransMilenio
La operación de TransMilenio continuará luego de las amenazas por parte del operador de un déficit de TransMilenio que escalaba a los 2.9 billones de pesos, lo cual habría llevado a acabar la operación en este mes de junio 2023. Un billón de pesos llegará para cubrir parte de ese déficit y por tanto podrá seguir funcionando para toda la ciudadanía.
En la adición presupuestal aprobada, además, se abre la puerta para que haya una renegociación de contratos. Esto quiere decir que la operación privada de TransMilenio también tendrá que aportar para salir del déficit y este no solamente se deberá cubrir con los impuestos de los bogotanos.
Actualmente el sistema de transporte masivo funciona con contratos que dejan en buena posición a los operadores privados, sin riesgos fiscales, lo que se espera que cambie con la renegociación de contratos que fueron hechos por la administración pasada, del exalcalde Enrique Peñalosa.
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“Vamos a empezar a salir de ese regalo envenenado que le dejó la administración a los bogotanos de unos contratos absolutamente ventajosos para los privados y sobrecargados con los bolsillos de los colombianos (...) Si los usuarios están aportando al transporte público con el pago de su tiquete, si los bogotanos estamos aportando impuestos para subsidiar el transporte público de las mayorías humildes y trabajadores que usan el transporte y el Gobierno Nacional está poniendo un billón de pesos, los operadores privados también tienen que poner. No puede ser que ellos no tengan ningún riesgo y solo tengan beneficios y utilidades mientras los demás hacemos un sacrificio y un aporte”, señaló sobre esta medida la alcaldesa Claudia López.
