Zaida Andrea Sánchez Polanco, conocida como “La Diabla”, fue asesinada en un impactante hecho registrado en video por cámaras de seguridad en Medellín. La mujer, de 27 años, había sido señalada como pieza clave en la masacre del pastor Marlon Lora y su familia, ocurrida en Aguachica (Cesar) el pasado 29 de diciembre.
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Alias ‘La Diabla’ era conocida por su presunta relación con un trágico suceso ocurrido en el municipio de Aguachica, Cesar, donde, el pasado 29 de diciembre de 2024, una familia cristiana fue asesinada mientras almorzaba en un restaurante. Según una de las hipótesis que manejan las autoridades, el ataque iba dirigido a Sánchez y no a la familia Lora Rincón. Sin embargo, en una entrevista con el diario El Tiempo, la mujer desmintió esta versión, argumentando que no había posibilidad de confusión debido a su aspecto físico.
¿Quién era ‘La Diabla’? La mujer vinculada a la confusión que desencadenó la masacre de una familia pastoral en Aguachica
Zaida Sánchez era oriunda del municipio de Gamarra, aunque vivía en Aguachica, donde se desempeñaba como prestamista. Desde el 14 de enero, se encontraba hospedada en el hotel de Medellín junto a su hijo de 9 años. La mujer también era la esposa de Alexander González, alias ‘El Calvo’, asesinado el 26 de diciembre en El Banco, Magdalena, y quien era señalado por vínculos con el Clan del Golfo. Sánchez contaba con antecedentes por homicidio, hurto calificado e injuria y calumnia.
El caso de la familia Lora Rincón continúa generando conmoción. Las víctimas del ataque fueron el pastor Marlon Lora, su esposa Yurlay Rincón y sus dos hijos, Ángela y Santiago. Este último falleció días después tras recibir atención médica. Las autoridades no han resuelto el caso y se espera que las investigaciones avancen para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
El crimen ocurrió el miércoles 22 de enero en horas de la noche. Según las autoridades, un sicario, presuntamente vinculado al Clan del Golfo, ejecutó el ataque en un hotel del sector de Laureles. Este grupo criminal figura como uno de los principales sospechosos en la autoría del homicidio, una hipótesis que sigue siendo investigada.
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran cómo Sánchez Polanco intentó escapar al ser interceptada. Al descender de su vehículo, un pistolero la sorprendió, obligándola a correr hacia la entrada del establecimiento. Sin embargo, apenas avanzó unos pasos antes de recibir cinco disparos: dos en el rostro, dos en el brazo y uno en el cuello, heridas que le causaron la muerte.
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El ataque tiene una conexión directa con los movimientos recientes de Sánchez Polanco. El pasado 14 de enero, había viajado a Medellín en una camioneta Toyota blanca, buscando refugio tras las acusaciones en su contra. Aunque intentó mantenerse oculta, varias llamadas realizadas desde su teléfono celular permitieron localizarla, desencadenando la cadena de eventos que culminaron con su asesinato.
Tras el ataque, Sánchez Polanco fue trasladada al Hospital San Vicente Fundación, donde los médicos confirmaron su deceso. Su muerte no solo cierra un capítulo en su vida, sino que abre interrogantes sobre la masacre de Aguachica y el papel de estructuras criminales en la violencia que afecta al país.
Este asesinato expone la magnitud de las redes de poder detrás de los crímenes más atroces, así como las constantes retaliaciones entre grupos delictivos. Las autoridades ahora enfrentan el desafío de esclarecer tanto el crimen de “La Diabla” como su relación con la masacre de la familia pastoral.