A escasos días de que este 2024 llegue a su fin, el mundo, si bien no ha logrado cumplir todas las metas de cuidado ambiental pactadas a inicio de año, ha dado pasos significativos hacia un futuro más sostenible. Los acuerdos alcanzados en la COP16 celebrada en Cali representan un avance importante en la construcción de un planeta más verde. Es crucial entender qué esperar en términos de sostenibilidad, no solo para Colombia, sino para el mundo entero.
Reducir la pérdida de biodiversidad
Uno de los pilares fundamentales para garantizar un futuro sostenible es equilibrar la urbanización, el uso de recursos naturales y la conservación de la biodiversidad. La fauna silvestre y las zonas verdes son esenciales para el equilibrio de los ecosistemas, pero este año ha sido alarmante: se perdieron más de 40.219 hectáreas de bosque amazónico y al menos 12 especies ingresaron a la lista de animales en peligro de extinción. Los países deben priorizar agendas gubernamentales con hojas de ruta claras para detener esta tendencia y proteger lo que queda de los ecosistemas naturales.
Energías renovables
La transición hacia las energías limpias es una de las metas más importantes para 2025. En Colombia, por ejemplo, se han aprobado 66 proyectos de energía renovable que requerirán una inversión aproximada de 2.200 millones de dólares, aumentando la capacidad de energías limpias del 1% al 9%. Estos proyectos no solo ayudarán a reducir las emisiones de carbono, sino que también posicionarán al país como un líder regional en sostenibilidad energética.
Conservación marina
Los mares y océanos son esenciales para la vida en la Tierra: generan una gran parte del oxígeno que respiramos, regulan el clima y son fuente de alimento para millones de personas. Sin embargo, el deterioro de los ecosistemas marinos, incluidos los arrecifes de coral, es alarmante. La agenda ambiental global debe priorizar la protección de estos hábitats mediante la regulación de la pesca indiscriminada, la reducción de vertimientos tóxicos y la creación de reservas marinas protegidas.
Contaminación atmosférica
La calidad del aire es un tema crítico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 99% de la población mundial respira aire contaminado, lo que incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y muertes prematuras. Este año, Colombia registró niveles alarmantes de material particulado fino (PM2.5), especialmente en ciudades como Bogotá y Medellín, donde las emisiones vehiculares y la quema de combustibles fósiles son las principales fuentes de contaminación.
Además, estudios recientes destacan que la contaminación atmosférica no solo afecta la salud humana, sino también la productividad agrícola, alterando los ciclos de las plantas y reduciendo la calidad de los cultivos. Para abordar este desafío, se necesitan políticas más estrictas que promuevan la transición hacia el transporte eléctrico, incentiven el uso de tecnologías limpias en la industria y reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles.
2024 ha sido un año de grandes desafíos, pero también de importantes avances. La clave será consolidar las iniciativas en marcha y trabajar de manera conjunta para garantizar un futuro donde el equilibrio ambiental sea una prioridad.