Durante la cumbre de transición energética y paz que se celebra en Santa Marta, León Valencia, director de la Fundación Pares, compartió su perspectiva sobre el papel de las comunidades en este proceso crucial para el futuro de Colombia. “Hay una voluntad tanto del gobierno como de la sociedad civil para que la transición energética se realice con y para la gente, integrando a las comunidades y no limitándose a un esfuerzo estatal,” afirmó Valencia a PUBLIMETRO Colombia. Según explicó, el objetivo es que el sector privado, el Estado y las comunidades trabajen conjuntamente para asegurar una transición justa.
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La Fundación Pares ha asumido un papel fundamental en este proceso al acompañar y apoyar a las comunidades en el desarrollo de proyectos de transición en distintas regiones del país. “Estamos promoviendo la creación de comunidades de transición en todo el territorio nacional. En esta cumbre, buscamos que estas comunidades incipientes compartan sus experiencias,” señala. Desde Putumayo y la Amazonía hasta la Costa Caribe, la Fundación Pares trabaja para proporcionar un espacio de reflexión y aprendizaje tanto para las comunidades como para las empresas privadas y el Gobierno Nacional.
La importancia del Caribe en la transición energética
Uno de los temas más sensibles es el impacto de la transición energética en el Caribe colombiano. Valencia resalta la situación crítica que enfrentan las comunidades de esta región, especialmente tras el cierre de minas como Prodeco y Cerrejón. “Si no actuamos rápidamente, puede desencadenarse una crisis social de proporciones enormes,” advierte. En este sentido, la cumbre representa el primer gran encuentro entre el sector privado, las comunidades y el gobierno para dialogar sobre cómo avanzar en esta transición.
Valencia también destaca el potencial de energías alternativas en la región, especialmente la energía eólica, dadas las condiciones únicas de vientos en La Guajira, y la oportunidad que ofrece el mar Caribe. Según los expertos que asesoran a la fundación, el Caribe tiene el potencial de liderar proyectos de energía limpia, lo que sería fundamental para empoderar a la región en su propio desarrollo energético.
El rol de las comunidades y la validación social
Para Valencia, el éxito de cualquier iniciativa de transición energética depende de la integración y validación de las comunidades locales. “En Colombia, tenemos una diversidad cultural que no puede ignorarse. Las comunidades indígenas y afrodescendientes tienen sus propias costumbres y necesidades, y es crucial acercarse a ellas y contar con su participación en este proceso,” enfatizó. Según el director de Pares, la clave está en construir un consenso social y ecológico que permita a las comunidades ser parte activa y beneficiaria de los proyectos de transición.
Acceso a la información y apoyo a nivel local
La Fundación Pares ha lanzado iniciativas para facilitar la participación de las comunidades, incluyendo una red digital y un portal informativo que buscan conectar a las comunidades de todo el país. Además, la fundación cuenta con oficinas en Santa Marta, Buenaventura, Cúcuta y Putumayo, con el objetivo de ofrecer asesoría y apoyo a nivel local en las distintas regiones.
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“La transición energética en Colombia requiere el compromiso de todos, y en Pares estamos construyendo puentes entre el gobierno, las empresas y las comunidades para lograr un desarrollo sostenible y justo,” concluyó Valencia. La Fundación Pares se posiciona como un actor clave en este proceso, promoviendo un cambio estructural que priorice el bienestar de las comunidades y el respeto al medio ambiente.
Por su parte, Simón Herchen, ministro consejero de la Embajada de Alemania en Colombia, compartió los avances y prioridades en la cooperación bilateral entre ambos países, especialmente en la transición energética y los procesos de paz. Herchen destacó que la presencia de Alemania en esta cumbre refleja la fuerte alineación de intereses en dos áreas clave de cooperación: la promoción de la paz y el trabajo en conjunto para la protección ambiental y una transición energética justa. “Alemania y Colombia tienen una congruencia de intereses muy grande en estas prioridades bilaterales. Además de apoyar los procesos de paz, trabajamos en conjunto para una transición energética justa a diferentes niveles: político, práctico y de implementación”, señaló Herchen.
Avances en la alianza climática
Durante una visita de altos representantes alemanes, se lanzó una alianza climática para la transición energética justa, y en la cumbre de Santa Marta, Alemania buscó dar un paso más allá en la implementación de esta alianza. “Es fundamental pasar de la planificación a la acción; necesitamos crear incentivos, alternativas, y capacitación en sectores de energía renovable para realmente descentralizar las necesidades energéticas”, explicó el ministro consejero.
Apoyo regional y lucha contra la deforestación
El enfoque regional de Alemania en Colombia está orientado a apoyar las zonas más afectadas por el conflicto, articulando los esfuerzos en pro de la paz con el desarrollo sostenible y la transición energética. “Nos enfocamos en las regiones donde se están implementando los acuerdos de paz de 2016. Estas áreas son prioritarias también para frenar la deforestación, y en ellas trabajamos para crear alternativas de desarrollo sostenible y de energía renovable”, añadió Herchen.
Expectativas en Santa Marta y el rol del sector privado
Es la primera vez que Herchen visita Santa Marta, y expresó su interés por conocer de cerca los proyectos de los pueblos indígenas y las iniciativas locales. Reconoce que para lograr cambios significativos es esencial integrar a diferentes actores, desde la academia hasta la sociedad civil y el sector privado. “Sin el involucramiento del sector privado, los esfuerzos para generar alternativas se encontrarán con más retos. La cumbre es una oportunidad para unir los esfuerzos de diversos sectores en esta misión compartida”, indicó Herchen.
Un llamado a la “paciencia estratégica”
Para cerrar, el ministro hizo un llamado a lo que él denomina “paciencia estratégica”, un enfoque necesario para enfrentar los desafíos de la transición energética. “Este es un proceso que hemos vivido en Alemania; la descarbonización y el incremento de energías renovables nos han tomado décadas. Se necesita paciencia estratégica, ya que los cambios reales y duraderos no se logran de un día para otro”, concluyó Herchen.
Este compromiso de Alemania con la implementación de soluciones a largo plazo en Colombia busca no solo cumplir con objetivos ambientales, sino también consolidar la paz en las zonas más afectadas por el conflicto armado.
Por su parte, Mauricio Rey, director de Energía Eléctrica del Ministerio de Minas y Energía, expuso en esta primera Cumbre de Gobernanza de Transiciones para la Vida el enfoque del Gobierno Nacional en la transición energética justa. Este evento marca un punto clave para avanzar en el plan “Colombia Potencia Mundial de la Vida” y se presenta como un espacio de intercambio entre actores estratégicos, incluyendo comunidades locales y sectores público y privado.
Rey destacó que la Costa Caribe ha sufrido de manera significativa los efectos del agotamiento energético y el cambio climático. “Las altas tarifas y deficiencias en la prestación de los servicios eléctricos impactan directamente a las comunidades empobrecidas de la región”, afirmó. En este contexto, explicó que la Costa Caribe es el epicentro de la transición energética justa en Colombia. Hasta la fecha, el Ministerio ha implementado más de 120 comunidades energéticas en el país, de las cuales 44 están en el Caribe, y ha desarrollado granjas de generación con fuentes no convencionales de energía en siete municipios.
Para el Gobierno, la transición energética no solo implica el reemplazo de combustibles fósiles por energías limpias como la solar y eólica, sino también un cambio en el acceso y el uso de la energía como un derecho. “Nuestro objetivo es hacer que el acceso a una energía sostenible y barata sea una realidad, permitiendo habilitar derechos fundamentales como la educación, la salud y el desarrollo productivo de las comunidades”, señaló Rey.
Además, la apuesta es crear un modelo energético democrático donde la energía sea accesible para todos. Rey resaltó la importancia de “traer a comunidades de pescadores que ahora, gracias a la energía solar, pueden mejorar su competitividad en actividades productivas como la pesca, o a localidades como Aracataca, que está transformándose en una comunidad energética y potenciando el turismo”.
Con el respaldo del Gobierno del Cambio, Rey enfatizó la visión de una Colombia movida por el viento, el sol y el agua, en línea con el mandato del presidente Petro y el compromiso del ministro de Minas y Energía. Para el director, es crucial no solo avanzar en una transición energética limpia, sino también reducir las tarifas eléctricas. “Esperamos que los habitantes de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta puedan ver una reducción en sus tarifas de energía como parte de nuestro compromiso”, resaltó.
Con esta cumbre y el impulso del gobierno, la transición energética justa en Colombia aspira a no solo reducir la dependencia de combustibles fósiles sino también a construir un país más justo y sostenible donde la energía sea un bien común.
Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), explicó que este evento se enfoca especialmente en la gobernanza para la transición energética, y cómo permitirá a las comunidades energéticas acceder a energías limpias a nivel comunitario, un enfoque novedoso y de gran impacto.
Experiencias internacionales y desafíos en la transición energética
Bonilla señaló que esta cumbre es un espacio para que diversos actores, desde el sector público y privado hasta la comunidad de base, puedan dialogar sobre los retos y oportunidades que representa la transición para Colombia. “Vamos a tener conversaciones en distintos formatos, desde conferencias convencionales hasta sesiones en las que comunidades compartan sus experiencias. Queremos aprender de experiencias internacionales, como las de Alemania y Chile, y reconocer que la transición no será un camino fácil, pero es absolutamente necesaria”.
El rol de las comunidades y los pueblos indígenas
La cumbre también incluye la participación de comunidades diversas, incluyendo pueblos indígenas, quienes aportan una visión fundamental en el proceso de transición. Según Bonilla, “la relación de las comunidades con la energía, especialmente en el Caribe, ha sido compleja; esta transición puede ser una oportunidad para solucionar problemas estructurales de prestación de servicios energéticos que afectan a la región desde hace años”.
La Fundación Pares y su compromiso con la paz y la transición energética
Bonilla resaltó la importancia del trabajo de Pares en el estudio de conflictos asociados con la minería y la extracción ilícita de recursos naturales. “A través de este trabajo, entendimos que en Colombia, las transiciones históricamente han sido violentas, alimentando el conflicto armado y economías ilícitas. La transición energética es una oportunidad para romper este ciclo, apostando por una Colombia libre de violencia y de economías ilícitas. Desde Pares, estamos comprometidos en contribuir a que esta transición también impulse la paz”.
¿Cómo conectarse con la cumbre?
Para quienes no puedan asistir a la cumbre, Pares estará compartiendo contenido en redes sociales, especialmente en Instagram como Pares Colombia. Bonilla indicó que uno de los diálogos, denominado “Diálogo Travesías”, será transmitido por la Universidad del Magdalena.
La cifra: .Hasta la fecha, el Ministerio ha implementado más de 120 comunidades energéticas en el país, de las cuales 44 están en el Caribe.