A cuatro años de la llegada de la pandemia del Coronavirus en Barranquilla analizamos cuáles son las brechas que aún hay que sanar en medio del retroceso económico y social que sufrió la ciudad tras tener que cerrar sus comercios y lamentar las miles de vidas que se perdieron en estos difíciles años. Por ello, consultamos a Lucía Avendaño Gelves, directora de Barranquilla Cómo Vamos, la encuesta de percepción ciudadana que hace evaluación y monitoreo a la calidad de vida urbana a través del análisis de indicadores técnicos y de percepción en la capital del Atlántico.
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“La pandemia por Covid-19 afectó a todo el país, y fueron muchos los aspectos tocados, en materia de calidad de vida que aún siguen presentando rezagos en los días recientes”, dijo Avendaño a PUBLIMETRO
Informalidad económica y falta de empleo
La llegada de la pandemia agudizó especialmente a los trabajadores informales que tuvieron que cerrar abruptamente las puertas de sus negocios rezagando a la economía local y cuyos efectos aún se sienten después de cuatro años de la llegada del Covid-19.
“Principalmente en Barranquilla, un aspecto socioeconómico que marca a la ciudad es la informalidad económica. Claramente, el confinamiento fue el obstáculo principal para que aquellos trabajadores informales vieran absolutamente mermados los ingresos que, día a día, obtienen de las actividades que logran desarrollar en las horas que trabajan a diario”, manifestó Avendaño.
Al respecto, la directora de Barranquilla Cómo Vamos señala que se hace necesario que Barranquilla pueda generar más plazas de empleo formal, que absorban la informalidad debido a que las cifras de empleabilidad informal son aún muy altas en la ciudad. “Según el Tercer Informe del Mercado laboral de la Región Caribe, elaborado por Fundesarrollo, la proporción de informalidad de Barranquilla se ubicó en 54,3%, entre mayo de 2022 y junio de 2023. Si bien se han hecho esfuerzos por absorber la oferta laboral, la informalidad no cede en cantidades significativas. Buena parte se explica por el rezago de la pandemia”.
Pobreza
Otra de las cifras relevantes, son las que evidencian que todavía la lucha contra la pobreza sigue creciendo en Barranquilla. La pandemia y su paso en definitiva hicieron más pobres a los ciudadanos más vulnerables de esta escala.
“Vale la pena destacar que, según nuestra Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC) 2023, el 54,8% de la ciudadanía reportó que en la ciudad no es fácil conseguir trabajo. Sin embargo, el 32,7% de los ciudadanos afirmó que se consideraba pobre. Sobre este último dato es clave anotar que en 2018, antes de la pandemia, sólo el 15% de los barranquilleros se autopercibió como pobre”, recalcó Avendaño.
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Sin embargo, con el pasar de los años, la ciudad presenta una recuperación en cuanto a la pobreza, cómo otra herida que se está curando poco a poco después del Covid-19.
“En cuanto a la pobreza, según el Dane, entre 2021 y 2022, 62.753 personas salieron de la pobreza. De hecho, el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, que se presenta entre 0 y 1, disminuyó entre 2021 y 2022. Por lo que se infiere que hay resultados en los esfuerzos por registrar una ciudad que trabaja por superar la desigualdad”, explicó Avendaño.
Pero aún existen heridas profundas que no se han curado, como la falta de las tres comidas diarias que sufre un 41% de la ciudadanía en Barranquilla. Un indicador que aumentó después de la llegada del coronavirus y una brecha que no se ha podido superar.
“Teniendo en cuenta nuestros datos de percepción, en 2023, el 41% de la ciudadanía reportó que no pudo comer las tres comidas por falta de alimentos, en las últimas 4 semanas. Los datos se tomaron entre agosto y septiembre de 2023. Este dato, en 2018 fue del 18% y en 2019, del 22%. En 2022, se ubicó en 42%”, advirtió Avendaño.
Seguridad
En materia de seguridad, aunque los esfuerzos han sido importantes por parte de las autoridades locales, el tema sigue representando un reto fundamental en la calidad de vida de los barranquilleros. Según el estudio denominado ‘Evolución, caracterización, y focalización del crimen en la región Caribe: Análisis en tiempos de Covid-19′, elaborado por Fundesarrollo, “de los $507.936 millones a precios constantes de 2021 que la región destinó a gastos de inversión en Seguridad y Justicia, el 71% fue acaparado por Barranquilla y Cartagena”.
De la misma manera, “las diferencias se mantienen al comparar los gastos de inversión por habitante, mientras Barranquilla invirtió en seguridad $37.316 por ciudadano en 2020, Riohacha, Valledupar y Montería invertían $5.506, $2.692 y $1.948 respectivamente”. “En ese sentido, si bien Barranquilla ha realizado esfuerzos por atacar la criminalidad, la cual migra cada vez más hacia modalidades más tecnológicas y de corte más urbano, la ciudadanía no lo percibe en gran medida”, observó Avendaño.
Y añadió sobre el tema de la percepción de seguridad que “en nuestra EPC 2023, solo el 29,2% de los barranquilleros afirmó sentirse seguro en la ciudad y menos del 40% reportó sentirse seguro en su barrio. El hurto callejero fue el delito que se registró como el más relevante en los barrios, según la ciudadanía, y solo el 5% de las personas que denuncian consideran que el delito denunciado tendrá una alta probabilidad de ser sancionado”, destacó la directora de Barranquilla Cómo Vamos.
La salud en Barranquilla después de la pandemia
La Secretaría Distrital de Salud, consultada por este medio, también se resaltó la cobertura del aseguramiento en salud, la promoción para la buena salud mental y el pago por 76.232 millones de pesos a las EPS en los últimos 4 años, después de la pandemia del Covid-19
Barranquilla logró incrementar la capacidad instalada de camas UCI, de 412 en 2020 a más de 600 en 2023, inclusive, en el momento más fuerte la llegada del Covid-19 se lograron habilitar más de 900 camas.
En cifras a corte de 2023, el Distrito logró una cobertura de vacunación contra el covid-19, del 94 % en la población, con sus esquemas completos, siendo el ente territorial que más vacunas covid-19 aplicó por cada 10.000 habitantes.
“Hemos trabajado por la buena salud de los barranquilleros, garantizando la atención a los usuarios del servicio y promoviendo estilos de vida saludables, para prevenir enfermedades de interés en salud pública”, manifestó el exsecretario de Salud, Humberto Mendoza Charris.
Aseguramiento en salud
Se mantiene la cobertura universal en la población barranquillera en el año 2023, con la afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud de 1.599.082 personas. De ellos, 760.711 en régimen subsidiado, 809.497 en régimen contributivo y 28.874 en régimen especial.
Atención a migrantes
Gracias a la articulación con entidades distritales, nacionales, ONG internacionales y las organizaciones de base venezolanas, el aseguramiento de la población migrante se ha incrementado a 61.818 personas en 2023, afiliadas al régimen subsidiado y contributivo, donde reciben todas las garantías para su atención en salud.
Una de las líneas de acción durante el presente cuatrienio ha sido aumentar la atención brindada a la población del régimen subsidiado a través de la red pública hospitalaria. Actualmente se atienden más de 642.000 personas, utilizando equipos y personal especializado.
Salud mental
La Administración distrital de Barranquilla ha trabajado en la promoción de la buena salud mental y la prevención de las conductas suicidas, en lo cual se ha logrado una disminución del 5 %, si comparamos el año 2019 con el 2022. De igual forma, no se registraron suicidios en menores de 14 años en 2023.
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Mediante la estrategia de atención en salud mental Hablemos, se lograron atender a más de 100.000 personas en los 5 puntos establecidos en las diferentes localidades y los puntos itinerantes, destacándose la presencia en 120 instituciones educativas de la ciudad. Con las otras estrategias de salud mental se benefició a 78.932 personas en los entornos comunitarios, escolares e institucionales.
Las cifras: Cuatro años después de la pandemia la proporción de informalidad de Barranquilla se ubicó en 54,3%, entre mayo de 2022 y junio de 2023. En pobreza el 32,7% de los ciudadanos afirmó que se consideraba pobre. Sobre este último dato es clave anotar que en 2018, antes de la pandemia, sólo el 15% de los barranquilleros se autopercibió como pobre.
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