Barranquilla

“¡Gracias Chucho!”: falleció el famoso el oso de anteojos del Zoológico de Barranquilla

A causa de un cáncer agresivo, el animal muy querido por los niños, murió en un procedimiento veterinario.

Uno de los animales más queridos por los niños, el oso de anteojos Chucho, falleció en la mañana de este miércoles 13 de septiembre en el Zoológico de Barranquilla tras ser sometido a un procedimiento veterinario que requería de atención “urgente”.

A través de un comunicado compartido en redes por el Zoológico, el animal venía presentando problemas de salud desde hace cinco días.

“Chucho disminuyó su consumo de alimento y, debido a su apetito voraz, esto llamó la atención de sus cuidadores. También notamos que su respiración se había alterado y, finalmente, detectamos una herida al interior de su boca (…) que sospechamos podría ser producto de un cáncer agresivo”, se lee en el comunicado.

Según el Zoo, dicha enfermedad es conocida como carcinoma de células escamosas y Chucho la había padecido el año anterior, pero fue removido con éxito. Por esa razón se programó un procedimiento veterinario para analizar su estado de salud.

De acuerdo, a la comunicación, el animal de haberse conservado con vida hubiera sufrido metástasis en pulmón y masas en otros órganos, que podrían o no estar asociadas al mismo tipo de cáncer.

El Zoológico de Barranquilla informó que, hace dos meses, Chucho fue sometido a exámenes médicos de rutina “muy completos y rigurosos”, en los cuales no se hicieron hallazgos relacionados con el cáncer.

“En general, la salud de Chucho había sido estable hasta hace tan solo unos pocos días. La fragilidad de la vida y la complejidad de la enfermedad en animales de avanzada edad hoy tocan nuestras fibras más sensibles. Chucho contaba con alrededor de 30 años al momento de su muerte, superando la esperanza de vida para un oso de anteojos bajo cuidados humanos”, detallló el Zoo.

Cabe recordar, que el Zoológico de Barranquilla desde el año 2017 tuvo un grupo de ocho profesionales de planta a su completa disposición, así como un equipo de 11 cuidadores dedicados a su atención diaria, al menos 7 veterinarios y médicos externos (gastroenterólogos, ecografistas, oncólogos, oftalmólogos, odontólogos entre otros), y unos 30 practicantes de veterinaria y zootecnia para su cuidado.

“Recordaremos a Chucho como un animal inteligente y curioso, al que le gustaba interactuar con sus actividades de enriquecimiento. Siempre estaba muy alerta y activo: “En su recinto, le encantaba estar dentro de la piscina, allí pasaba la mayor parte del tiempo. La comida era su fascinación y sus alimentos favoritos eran la mazorca, la sandía y su colada de frutas (banano, sandía, papaya y avena)”, concluyó el Zoo.

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