Un misterio sigue siendo el doble asesinato de dos jóvenes mujeres que fueron atacadas a balas por sicarios en el cementerio Jardines de la Eternidad sur, este martes en Barranquilla. Las víctimas asistían al sepelio del también asesinado con arma de fuego Manuel Ricardo Ingirio García, el pasado sábado en Santa Marta.
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Las jóvenes mujeres que murieron en los hechos fueron identificadas como Yuleidys Vargas, de 28 años, compañera sentimental de “Mañe”, el primer asesinado y la menor Dulce María Cervantes Morales, de 15 años, y, al parecer, era la novia de un hijo de Manuel Ingirio.
La Policía ahora investiga si este caso se trató de un ajuste de cuentas. Cabe recordar que, Manuel Ricardo Ingirio García, resultó asesinado en la madrugada del domingo 16 de julio en el barrio San Pablo, en el sur de Santa Marta cuando un hombre armado le disparó y después huyó en una motocicleta como parrillero.
Las pesquisas indicaron que Manuel Ingirio dedicado a la venta de lotes en Soledad, Atlántico se habría mudado a Santa Marta huyendo por unas amenazas de muerte que sufrió a principios de este año.
Esta intimidación se cumplió, el pasado sábado cuando el hombre fue atacado a tiros por un sicario en una moto que le dieron muerte en un establecimiento comercial en la capital del Magdalena.
Muchos pensaron, que el ajuste de cuentas llegaría hasta allí, pero la compañera sentimental de Manuel Ingirio no pensó que la muerte y los sicarios la perseguirían hasta el propio cementerio donde estaba asistiendo al funeral de su pareja.
Balacera en cementerio en Barranquilla: detalles desconocidos sobre asesinato de dos jóvenes mujeres
Allí, de nuevo dos sicarios en moto comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los dolientes del sepelio e incluso contra los vendedores de flores que se encontraban en el lugar de los hechos.
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Sin embargo, tenían un blanco en su mente, la pareja sentimental de Manuel Ingirio, Yuleidys Vargas, quién se abrazó a la joven de 15 años Dulce María, según se registraron los hechos, según contaron varios testigos.
“Iban entrando las personas al sepelio cuando llegaron los dos hombres en la moto y dispararon. A las personas las auxiliaron, pero quedaron graves con los balazos. Las dos muchachas se alcanzaron a abrazar cuando vieron que les iban a disparar”, dijo un testigo.
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Horas más tarde, las autoridades detallaron que Manuel Ingirio estaba siendo buscado por un lío de tierras y por los lotes que vendió en Soledad, Atlántico.
El asesinado tenía anotaciones por constreñimiento ilegal y violencia intrafamiliar. Al parecer, Yuleidys Vargas hacía parte de los negocios de su pareja y quizás por ello fue asesinada.
Las autoridades en Barranquilla ofrecieron una recompensa de cincuenta millones de pesos para obtener información sobre los responsables de este hecho.