La Fundación para la Libertad de Prensa FLIP publicó este lunes 17 de abril un revelador informe titulado: “Billete y autobombo: cómo se silencia a la prensa crítica en Barranquilla”, que trabajó en colaboración con el medio Contratopedia Caribe, allí encontró que desde enero del 2020 hasta septiembre del 2022, la Alcaldía de Barranquilla, en cabeza de Jaime Pumarejo, gastó 94.600 millones de pesos en publicidad oficial, sobrepasando en 13 mil millones, el gasto realizado por la Alcaldía de Bogotá, en el mismo periodo.
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“La investigación que hicimos sobre cómo se asignan los recursos en publicidad oficial de la Alcaldía de Barranquilla hace parte del proyecto “Pauta Visible”, con el que buscamos poder conocer mejor cuáles son los criterios de selección y la manera en la que se asignan contratos, que no tienen una vigilancia ni se sabe, si efectivamente, responden a los objetivos de la publicidad oficial, que básicamente es la necesidad de comunicar a la ciudadanía políticas públicas o proyectos que deben ser comunicados”, dijo Jonathan Bock, director de la FLIP a PUBLIMETRO.
El estudio también destaca el uso que hace la Alcaldía de Barranquilla, al llamado content marketing, como una estrategia en la que se paga por la divulgación de publicidad en medios de comunicación, sin que se haga explícita la naturaleza del contenido. Esta estrategia afecta directamente el derecho a la información de la ciudadanía, pues induce al engaño al disfrazar propaganda como si fuera información veraz e imparcial.
“Esto desafortunadamente en Colombia y desde hace mucho tiempo se ha convertido en una herramienta no solamente para autopromocionar a un funcionario público en particular sino también son recursos públicos que se utilizan o para hacer content marketing o para mostrar que la gestión de determinado gobernante es muy buena y que ha sido necesaria como ensalzarla”, explicó Bock.
Vacíos en la documentación de los contratos públicos
La FLIP junto a Contratopedia Caribe se toparon durante el proceso de investigación con muchas fallas en la documentación y falta de los soportes de los contratos de la Alcaldía de Barranquilla con plataformas como el SECOP. “No se encuentran los informes de ejecución de cuatro contratos, y otros 41 no cuentan con la evidencia de la publicación de la pieza publicitaria. Escasamente, algunos informes asocian imágenes tomadas de internet o soportes documentales que ilustran el objeto de la contratación. Esto quiere decir que la información proporcionada por la alcaldía no cumple el criterio de suficiencia y precisión de una respuesta a la ciudadanía”, indicó el informe.
“En el caso particular de Barranquilla, esta es una investigación de más de seis meses, que estuvimos monitoreando, pidiendo información y haciéndole seguimiento a los contratos de la Alcaldía que están en el SECOP y allí encontramos el primer hallazgo que quiero mencionar, es que siempre hay muchas trabas de opacidad para poder acceder a la información y cuando fuimos a la Alcaldía, solo nos remitió diez contratos de publicidad, cuando en realidad eran muchos más. Aquí hay una falta de transparencia en estas asignaciones y esto termina perjudicando las veedurías”, advirtió el director de la FLIP.
Cifras desproporcionadas en solo publicidad
Por ejemplo, en el informe “Pauta Visible” para la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de Claudia López, invirtió 81.500 millones de pesos en publicidad oficial entre enero del 2020 y septiembre del 2022. Su principal contratista es la ETB, la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, que ha ejecutado más de 38.000 millones de pesos, es decir el 47% del gasto total de publicidad oficial.
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“Llama la atención del caso de Barranquilla es la cifra de gasto que hay, que es superior a la que ha gastado la Alcaldía de Bogotá o la Alcaldía de Medellín, ciudades más grandes que Barranquilla e incluso es superior a lo que se gastó la Presidencia de Iván Duque, entonces a todas luces estamos hablando de un gasto desbordado, que no tiene una rendición de cuentas y que además habla de la estrategia hay, por parte de la Alcaldía, de auto promocionar la gestión del alcalde Pumarejo, pero también de generar una dependencia de los medios de comunicación hacía los recursos de la publicidad oficial y es una manera de censura indirecta, de tal forma, se garantiza que los medios no vayan a cubrir de manera crítica lo que pasa con la gestión de la Alcaldía”,
— señaló Bock.
Monitoreo y vigilancia constante a los medios
Otro tema que alarmó a la FLIP, es el exhaustivo monitoreo de medios. En tres contratos se le encargó a la empresa Ricardo Chams Signo 21 que categorizara las menciones que hacen los medios de comunicación sobre el alcalde Jaime Pumarejo y su administración.
“Este tipo de monitoreos que se hacen a los medios tienen unas implicaciones indirectas que pueden ser negativas, por supuesto es una práctica que sirve para ver las necesidades que puede tener la Alcaldía en materia de comunicaciones, pero también es una forma de estar vigilando el trabajo que hacen los medios de comunicación. Esto termina afectando la libertad de prensa y el ejercicio independiente que debería existir en la ciudad a la hora de cubrir a la Alcaldía”, indicó el director de la FLIP.
La Alcaldía de Barranquilla monitoreó más de cuarenta mil noticias y de esas, sólo el 2 por ciento, son noticias negativas, las categorías que asignan son: negativo, positivo y neutro. Para la FLIP, esto es sumamente llamativo y muestra que esa estrategia de dar cuantiosos recursos a los medios de comunicación termina teniendo un efecto de censura indirecta hacía la prensa.
Tipo de contratación directa
“Otro de los aspectos, que es muy importante mencionar, es que hay asignados unos recursos con unos valores sumamente altos, que se hace de manera directa, y eso aunque no se puede ni generalizar ni satanizar la contratación directa, sí muestra una manera de asignar estos recursos en donde no hay necesariamente una selección objetiva de con quien se debe contratar”, manifestó Bock.
El informe de la FLIP describe que, el alcalde Pumarejo asignó el 91% de los contratos de esta forma. Los principales beneficiarios fueron las empresas Crearte Publicidad, Coopercom, Sin Filtro y Punto Digital, Ricardo Chams Signo 21 y Link Marketing; las mismas que se beneficiaron en la administración Char. Estas dos últimas ejecutaron la mitad de los recursos de publicidad oficial entre enero del 2020 y septiembre del 2022, con un total de 44.600 millones.
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“Sin lugar a dudas el caso de Barranquilla es uno de los más problemáticos en materia de transparencia, falta de austeridad y de gastos tan elevados en recursos públicos de asignación directa y que sirve como una estrategia para silenciar a las voces críticas en la ciudad”, concluyó Bock.
La cifra: La Alcaldía de Bogotá gastó 81.500 millones de pesos en publicidad en el mismo periodo siendo la capital del país.