El uso de los emojis dice mucho más de las personas de lo que creemos. Enviar una carita feliz, una expresión o cualquiera de las amplias opciones que tienen los chats, viene acompañada de una connotación que podría revelar la inteligencia emocional de los usuarios.
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Un equipo de científicos de la Universidad de Indiana reunió a un grupo numeroso de personas y por medio de encuestas, y algunas pruebas experimentales, analizó como el uso de los emojis estaba fuertemente relacionado a la inteligencia emocional.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista PLOS One, según reseña El Imparcial y te invitamos a conocer los detalles de este estudio para saber si tiene alguna relación con la forma en la que sueles usar los emojis en las conversaciones.
La cosa es bien clara para los expertos. Dicen que existe una estrecha relación entre la frecuencia con la que se emplean emojis y la inteligencia emocional de las personas.
El estudio experimental de los emojis
Para la investigación reunieron a 320 adultos con una edad promedio de 34 años, exploraron cómo el uso de emojis se relaciona con habilidades interpersonales y estilos de apego. Los resultados mostraron que las personas con mayor inteligencia emocional y un apego seguro son más propensas a utilizar estos símbolos en sus conversaciones digitales.
Esto sugiere que los emojis no solo son decorativos, sino que también representan una herramienta para expresar emociones y enriquecer la comunicación.
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Un hallazgo destacado es que las mujeres tienden a utilizar emojis con mayor frecuencia que los hombres, especialmente en interacciones con amigos y familiares. Por otro lado, quienes presentan un estilo de apego evitativo, caracterizado por evitar la cercanía emocional, emplean menos emojis, lo que refleja una menor apertura emocional.
Los autores del estudio destacan que estos pequeños íconos no son simples adornos: su uso es una forma de transmitir significado y conectar emocionalmente en un entorno digital. Además, subrayan que la comunicación mediada por tecnología puede ofrecer insights valiosos sobre cómo gestionamos nuestras emociones y nos relacionamos con los demás.
