Este año Colombia será la sede del Mundial femenino de futbol sub-20, un evento de gran magnitud que se celebra cada dos años y que en esta ocasión traerá 24 selecciones del mismo número de países. Es la primera vez que Colombia logra ser sede de este evento y es la oportunidad de tener cerca de 45.000 visitantes en las ciudades sede, Cali y Bogotá.
A pesar de la importancia del evento, no parece existir mucha promoción. Ni el Gobierno Nacional, ni las ciudades sede, ni la misma Federación Colombiana de Futbol han hecho una gran difusión del evento. Muchos pueden decir que falta mucho tiempo y que seguramente más adelante se podrá tener más información, pero estamos hablando de una competencia Mundial, una en la que tenemos muchas posibilidades de lograr unos buenos resultados, y las ciudades deberían estar promocionando el evento, mostrando a las jugadoras en cada rincón del país, los medios de comunicación deberían estar mostrando los preparativos y los escenarios. ¿Pasaría lo mismo si se tratara de un evento masculino?
El silencio alrededor del futbol femenino no es nuevo, a pesar de que existen jugadoras de futbol desde hace más de 70 años, como lo muestra el libro de la historiadora Gabriela Ardila “A las patadas. Historias del fútbol practicado por mujeres en Colombia desde 1949″, no fue sino hasta el año 2017 cuando finalmente existió una liga profesional de futbol femenino en Colombia y un año después el Atlético Huila traía la Copa Libertadores de América Femenina, pero ese mismo año las jugadoras denunciaron tratos discriminatorios, acoso por parte de entrenadores y hasta falta de pago de los premios que habían ganado.
Dichas denuncias fueron silenciadas con un supuesto veto a las jugadoras que se atrevieron a hablar y algunas de ellas tuvieron que retirarse del deporte porque no volvieron a ser convocadas. Ese silencio también se transformó en poco apoyo para la liga profesional que pasó de durar 4 meses a tener tan solo dos meses de duración.
Al parecer, todo lo que tenga que ver con futbol femenino se maneja en silencio, actualmente las jugadoras de la Selección Colombia de mayores están disputando la Copa Oro en Estados Unidos, en el grupo B compiten con Panamá, Brasil y Puerto Rico, pero no podremos ver los partidos porque no será trasmitidos por ningún canal nacional. Cómo se puede aumentar la afición si no existe difusión en el país.
Lo más probable es que esa Copa pase sin pena ni gloria a menos que la selección gane y entonces la Federación Colombiana de Futbol, los medios deportivos y hasta los clubes profesionales saldrán a gritar que todo eso se ha logrado gracias a su apoyo. Al parecer, alrededor del futbol femenino existe un silencio ensordecedor.
Es el momento para que el país, empezando por la Federación, el Ministerio del Deporte y las alcaldías de Cali y Bogotá, comiencen a promocionar el mayor certamen del futbol femenino juvenil y que no sigan callando al futbol femenino, porque en este Mundial lo único que se ha visto es que el silencio es muy macho.
Blanca Durán
Exdirectora del Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte, IDRD, de Bogotá
Bogotanóloga, Ingeniera Industrial y Gestora Pública