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Fútbol con sostenibilidad

El fútbol se ha visibilizado como un deporte inclusivo, que trasciende las barreras culturales y geográficas, pero aún se dan casos de racismo y xenofobia

Cuando hablamos de inclusión, igualdad, y diversidad, debemos entender el ecosistema que se abre con estos tres conceptos. Desde la perspectiva empresarial podemos enfocarnos en igualdad de género al tener condiciones justas de trabajo para hombres y mujeres; o focalizarnos en la inclusión al trabajar conceptos como los Negocios Inclusivos donde se incorporan a las comunidades de bajos ingresos en la cadena de valor y así mejorar la calidad de vida de las personas; también encaminarnos hacia la diversidad cuando tenemos equipos multidisciplinarios que trabajan por los mismos objetivos y bajo estándares de trabajo igualitarios. En cada uno de estos enfoques debemos hablar de equidad y justicia, donde todos (sin importar género, raza, pensamiento, religión, entre otros) tengan las mismas oportunidades.

Por esta razón, desde CECODES tenemos a su disposición la publicación SOSTENIBLEMENTE: Fútbol con Sostenibilidad, en búsqueda de que este deporte, que es fundamental en la economía de los países a nivel mundial se incluya en la conversación sobre sostenibilidad. En esta revista resaltamos la importancia de la equidad en el fútbol y por esto, quiero traer a colación una reflexión sobre el significado holístico de este concepto. En Colombia la lucha por la igualdad en el futbol está teniendo avances significativos, especialmente cuando la selección femenina deja en alto el nombre del país en escenarios como lo fue el Mundial de Futbol Femenino de Mayores hace algunas semanas, por lo cual quiero extender mis felicitaciones a las mujeres de la selección que representaron a Colombia. Pero, más allá de aumentar la visibilidad de este deporte para las mujeres, debemos enfocarnos en aspectos como las diferencias en inversión y salarios para que realmente exista equidad. Es fundamental que las jugadoras sean valoradas de la misma manera que los hombres, y que se les brinde el reconocimiento y los recursos que merecen.

Además, la equidad debe ir más allá de las diferencias entre hombre y mujeres. El fútbol se ha visibilizado como un deporte inclusivo, que trasciende las barreras culturales y geográficas, pero aún se dan casos de racismo y xenofobia en el campo y las gradas. En esta misma línea, es crucial reconocer y abordar las disparidades en recursos y oportunidades entre los países y ligas de diferentes niveles económicos. Los clubes de élite con financiamiento masivo tienen una ventaja competitiva que deja a los equipos más pequeños luchando por competir.

Finalmente, la equidad en el fútbol no solo se trata de mejorar el rendimiento en lo que se refiere al juego, sino de impactar positivamente en la sociedad que se apasiona por este deporte. El fútbol tiene el poder de inspirar y unir a personas de diversas culturas y orígenes y si en él se reflejan los valores de equidad e inclusión, puede desempeñar un papel fundamental en la construcción de un mundo más justo y tolerante. Quiero hacer un llamado a las empresas y organizaciones que intervienen en el ecosistema del futbol como los patrocinadores, academias de fútbol, los mismos equipos y los encargados de los escenarios deportivos, entre otros, a que reflexionen sobre el verdadero significado de estos conceptos y cuenten con CECODES para tomar acciones decididas y urgentes que nos permitirán encontrar una verdadera equidad en el fútbol, y que sea el primer paso para permear otras disciplinas deportivas que inspiren a más personas a ser parte de la solución.

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