En un giro inesperado, la junta directiva de Ecopetrol se enfrenta a una crisis significativa tras la renuncia de dos de sus miembros. Juan José Echavarría y Luis Alberto Zuleta, quienes representaban a los directivos independientes, decidieron dimitir el 28 de agosto de 2024, en protesta por la reciente decisión del presidente Gustavo Petro de rechazar una adquisición clave.
El desencadenante de esta drástica acción fue la negativa del mandatario a autorizar la compra de una participación en el Proyecto Crownrock, una operación estratégica para la petrolera. Este proyecto, en manos de Occidental Petroleum Company (Oxy), contemplaba la adquisición de entre el 20% y el 30% de sus activos, una movida que, según los ex directivos, habría aportado un impulso significativo a la producción y reservas de Ecopetrol.
En una carta de renuncia dirigida al presidente de la compañía, Echavarría y Zuleta explicaron que su decisión surgió después de una reunión informal en Piedecuesta, Bucaramanga, en la que se les informó sobre la postura del presidente Petro. Según la misiva, el presidente manifestó su oposición al proyecto, basando su decisión en tres razones principales: la inversión en técnicas de fracking, el riesgo de incrementar la deuda de Ecopetrol y la posible transferencia de recursos fuera de Colombia.
Los exmiembros de la junta subrayaron que, a pesar de sus votos favorables para el proyecto, la negativa del presidente a seguir adelante con la operación fue vista por ellos como una amenaza al futuro de la empresa y a los intereses de sus más de 250,000 accionistas. Argumentaron que el Proyecto Crownrock era crucial para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento de Ecopetrol en el largo plazo.
La renuncia de Echavarría y Zuleta no solo refleja un desacuerdo profundo sobre la dirección estratégica de la compañía, sino también plantea interrogantes sobre cómo esta decisión afectará la estabilidad y el desarrollo futuro de la petrolera colombiana. La salida de estos directivos deja a Ecopetrol en una encrucijada, mientras la empresa se enfrenta a una serie de desafíos tanto internos como externos en un contexto económico y político cada vez más complejo.