Un bus de la empresa Rápido Ochoa, que cubría la ruta Istmina – Medellín, fue quemado por terroristas del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Los 30 pasajeros que iban abordo del vehículo, fueron atracados, amenazados y obligados a descender del automotor. Este es el segundo atentado en contra de la misma compañía de transporte este año.
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“Hacen descender los viajeros, los atracan y posteriormente prenden el vehículo. Estaban armados y se identifican como integrantes del ELN, pero todo es materia de investigación por parte de las autoridades (...) Necesitamos un acompañamiento por parte del Gobierno, por parte de las autoridades, para poder prestar el servicio”, aseguró el gerente operativo de Rápido Ochoa.
La Alcaldía del municipio de Quibdó rechazó el ataque a través de su cuenta de Twitter. Desde allí, pidieron al presidente Gustavo Petro garantizar la seguridad y libre movilización por las vías del país.
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El hecho se registró tan solo dos semanas después de que el grupo armado quemara otros dos buses de la empresa de transporte Flota Occidental, en el corredor vial que conecta a Risaralda y Chocó.
Aunque todo es materia de investigación, se presume, el ataque puede estar relacionado con el no pago de una ‘vacuna’ o extorsión por parte de la empresa de buses al grupo delictivo.
Por su parte, al grupo armado también le es atribuido el secuestro de cinco personas en el corregimiento de Orpúa, en el Bajo Baudó.