El 2022 fue un año clave en materia política porque marcó el final de un gobierno de derecha para darle paso a un gobierno de izquierda. Y aunque muchos colombianos guardaron la esperanza que en el cambio se reflejara la disminución de la violencia, no fue así.
Esto se vio reflejado en el aumento de crímenes contra los defensores de derechos humanos en el país que, por pocos números, casi iguala la cifra de 2020, que hasta el momento ha sido el año más violento en la historia reciente de Colombia.
La conclusión se saca del informe anual publicado por la organización Somos Defensores, en la que señalaron que el año pasado hubo 197 asesinatos de líderes sociales, un 42 % más que en 2021.
También le puede interesar: 86 líderes sociales fueron asesinados en los primeros 6 meses del año
Al igual que esta organización, otras entidades han reportado números similares, como la Defensoría del Pueblo (215) o Indepaz (189).
En todo caso, los asesinatos cometidos en 2022 “casi igualan la cifra del 2020 cuando se registraron 199 asesinatos, el número más alto de personas defensoras asesinadas en un año confirmado por nuestro sistema de información”, resaltó Somos Defensores en el documento llamado ‘Interludio. Informe anual 2022′.
“Para el Programa Somos Defensores sigue siendo de suma preocupación la persistencia de la violencia contra las personas defensoras de derechos humanos y liderazgos sociales y en especial el incremento de un 42 % de los asesinatos en el 2022 en relación con el 2021″, manifestó la coordinadora de Somos Defensores, Lourdes Castro.
Pero ahí no termina la mala noticia, ya que además de los asesinatos se produjeron “840 agresiones de diferente tipo que muestran la diversidad de hechos violentos a los que se enfrentan los liderazgos sociales y las personas defensoras de derechos humanos”.
Y es que, con cifras detalladas, entre enero del 2022 y marzo del 2023, confirmaron un total de 1098 agresiones contra personas defensoras de derechos humanos y liderazgos sociales en Colombia. 840 de estos hechos violentos ocurrieron en 2022 y 258 en el primer trimestre del 2023.
“Se reconoce que todas las formas de violencia son graves y generan afectaciones a las vidas de quienes defienden los derechos”, indicó la organización.
De Duque a Petro
Según explicó la organización, en agosto de 2022, con el paso al Gobierno de Gustavo Petro, “se convirtió en una posibilidad de transformación para el país y en una oportunidad para abrir paso hacia la transformación de las condiciones de seguridad en las regiones para que la población civil y, particularmente, las personas defensoras de derechos humanos y liderazgos sociales puedan desarrollar su trabajo con todas las garantías”.
Pero no todo fue color de rosa para la gente en las regiones.
“A pesar de este contexto, el monitoreo de agresiones que realizamos de manera periódica deja en evidencia la persistencia de la violencia selectiva que se agrava por la reconfiguración del conflicto armado interno y el fortalecimiento de los grupos armados”, indicó Somos Defensores.
Según el informe, Duque dejó un legado que “no pudo ser peor” con la “expansión de las estructuras armadas al margen de la ley durante su gobierno”. Sin embargo, cuando Petro llegó al poder continuó la “reconfiguración de las dinámicas de conflicto armado con una geometría variable territorial compleja”.