Colombia es uno de los países reconocidos a nivel mundial por tener buenas disposiciones geográficas y climáticas para producir alimentos mediante la agricultura. A pesar de eso, en nuestro país siguen muriendo personas de hambre y esto, según la Organización de las Naciones Unidas, no se debe a la ausencia de alimentos, sino a la imposibilidad de acceder a ellos. El encarecimiento económico de muchas familias ha provocado que en los últimos años, el país pase por una alta tasa de mortalidad por malnutrición.
El último informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas confirmó que la inseguridad alimentaria en Colombia en el año 2022 alcanzó el 30%, lo que quiere decir que alrededor de 15,5 millones de personas padecen este flagelo a nivel nacional. El 40% de la población colombiana se alimenta únicamente dos veces al día o menos, según el estudio hecho por el ente internacional.
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Siguen muriendo niños, niñas y adolescentes por hambre extrema
Además, se estima que en Colombia en el año 2022 murieron por lo menos 308 menores de edad a causa de hambre extrema, según acota la ONU, tras la Evaluación de Seguridad Alimentaria para Población Colombiana, desarrollada por esa organización entre agosto y noviembre de 2022.
La situación planteada para la población en primera etapa de vida es bastante crítica si analizamos que la tercera parte del total de casos de desnutrición en 2022, se reportó en menores de 2 años, según los datos del Instituto Nacional de Salud (INS).
Geografía del hambre en Colombia
Departamentos de la región caribe y pacífica la inseguridad alimentaria supera el 40 %. La Guajira, Sucre, Córdoba, Cesar y Chocó muestran una prevalencia superior al promedio nacional, mostrando la cifra más alta Córdoba con 70 %, seguido por Sucre con 63%, y en la región de Orinoquía el departamento de Arauca con un 62%, según el informe de la ONU.
UNICEF señala también que las tasas de Mortalidad por Desnutrición Aguda en Colombia reflejan zonas críticas como Chocó, en donde hay 8 municipios con indicadores críticos (Alto Baudó, Bagadó, Bojayá), Vichada (Cumaribo y Puerto Carreño) y La Guajira (Maicao y Uribia) y Arauca (Arauca y Tame).
Sin embargo, la inseguridad alimentaria afecta a un mayor número de personas en las zonas urbanas. Las ciudades con más personas en esta situación son Bogotá con 1.5 millones de personas, Medellín con 642.000, Cali con 491.000, Cartagena con 420.000 y Barranquilla con 328.000 personas.
No es ausencia de comida, es falta de accesibilidad
Son diversas las situaciones que han llevado a que esta situación se agudice. “La pandemia por COVID-19, la pérdida de empleos, las dificultades en el acceso a la tierra, el aumento en el precio de los alimentos, los desastres relacionados con el cambio climático y más recientemente la escasez de insumos debido a la crisis en Ucrania, han llevado a los hogares a un alto nivel de vulnerabilidad económica”, acota el informe sobre esta situación.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), parte de los obstáculos para subsanar la malnutrición en niños y niñas menores de 5 años son las condiciones de agua, saneamiento e higiene no adecuadas. “La malnutrición atañe no solo a la inseguridad alimentaria sino también al agua salubre, al saneamiento y a la atención de la salud, especialmente la prevención y el tratamiento de las enfermedades”, dice la organización a Publimetro Colombia, por medio de Lina Zapata, Oficial en Salud y Nutrición de UNICEF Colombia.
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‘Hambre cero’: objetivo que plantea la ONU
En el territorio nacional sigue siendo un objetivo de desarrollo sostenible lograr que en el país ni una persona muera de hambre. La organización de las Naciones Unidas ha puesto como objetivo número 2 para Colombia que en el 2030 debe acabarse el hambre en Colombia, garantizando acceso de todas las personas, en particular las que están en condiciones de pobreza y situaciones vulnerables, incluidos las lactantes, para alcanzar a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
En este sentido, el Gobierno Nacional de Gustavo Petro también se ha planteado el objetivo de reducir la inseguridad alimentaria lanzando el nuevo programa de choque llamado ‘Hambre Cero’, que consiste en la transferencia monetaria extraordinaria de 500.000 pesos a hogares en pobreza extrema mayoritariamente de jefatura femenina. Además, se llevan a cabo ollas comunitarias, mercados campesinos, ferias de servicios y campañas pedagógicas sobre la canasta nutricional como parte de esta estrategia a nivel nacional que espera impactar a 2 millones de hogares.
¿Qué hacer?
Zapata, de UNICEF, plantea estrategias claras que deben ser atendidas por la institucionalidad para poder acabar con la malnutrición en Colombia:
- Promover la lactancia materna y posicionarla como determinante central de la nutrición adecuada.
- Abogar por la transformación de entornos alimentarios (escuela, familia y comunidad).
- Garantizar un enfoque de derechos en la planeación de intervenciones. Niños, niñas, adolescentes y mujeres como titulares de derechos de una alimentación y nutrición adecuada.
- Consolidar la acción comunitaria en la prevención, identificación y abogacía intersectorial.
- Impulsar a los proveedores de servicios de salud en dimensionar las afectaciones de todas las formas de malnutrición.
- Movilizar sistemas de apoyo de orden intersectorial para ampliar los resultados en materia de nutrición a favor de todos los niños, niñas y mujeres.
- Recopilar, analizar y utilizar periódicamente datos y pruebas de buena calidad para orientar las acciones y supervisar los progresos
- Informar políticas desde la evidencia orientadas a la regulación del consumo de productos que contengan elevados niveles de nutrientes críticos como grasas, azúcar y sal.