El cardenal canadiense Marc Ouellet, conocido por ser uno los favoritos para el puesto de Papa en el Vaticano hace un tiempo, fue acusado de agresión sexual tras una demanda colectiva divulgada en Canadá.
El clérigo, que es el actual prefecto de la Congregación para los Obispos, una de las funciones más importantes del gobierno del Vaticano, habría tocado de manera inapropiada a una pasante entre 2008 y 2010 mientras era arzobispo de Quebec, según documentos de la acción judicial admitida por el Tribunal Superior de esta provincia francófona el pasado mes de mayo.
Estas revelaciones se producen tres semanas después de una visita del papa Francisco a Canadá, durante la cual se disculpó por los abusos perpetrados por miembros de la Iglesia en escuelas residenciales para indígenas.
La diócesis de Quebec dijo a AFP haber “tomado nota de las acusaciones contra el cardenal Marc Ouellet”, de 78 años, y no querer “hacer absolutamente ningún comentario sobre el tema”.
Esta sería una de las denuncias de testimonios de más de 100 personas
Esta denuncia se encuentra entre los testimonios de 101 personas que afirman haber sido “agredidas sexualmente” por más de 80 miembros del clero y empleados laicos de la diócesis de Quebec entre junio de 1940 y la actualidad, de acuerdo con los documentos judiciales.
En el caso de Ouellet, una mujer que fue identificada con la letra “F.” afirma haber sido objeto de abusos por el cardenal varias veces.
Por ejemplo, en 2008, la joven contó que el cardenal le había masajeado los hombros “con fuerza” y le había acariciado la espalda mientras la sujetaba “firmemente contra él” en varias ocasiones. La mujer trató de esquivar al cardenal, pero este volvió hacia ella, en lo que ella tuvo “la impresión de ser perseguida”.
Posteriormente, en 2010, Ouellet se reunió con ella dos veces en una semana. Esta ocasión sirvió para el cardenal para “besarla de nuevo” porque “no hay nada malo en mimarse un poco”, habría dicho, según la víctima, quien consideró el comentario como algo “completamente inapropiado”.
De acuerdo con su denuncia, el cardenal Ouellet la habría “besado” y habría “deslizado su mano” por su espalda “hasta sus nalgas”.
