Desde hace varias semanas el muro de contención construido para evitar el desplome de la piscina de la Unidad Atavanza, que cuenta con siete torres de más de 15 pisos, ubicada en el barrio Rodeo Alto de Medellín, generó un derrumbe en el talud que cayó sobre la única vía de acceso del sector, afectando a más de 10.000 personas que habitan en los conjuntos residenciales vecinos.
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Al parecer, todo obedece a la negligencia de la constructora Covin, que para darle solución a un problema que se evidenció desde hace un año y que con la fuerte temporada de lluvias el terreno cedió, construyó un muro que para mitigar el primer daño, pero es le que generó la emergencia.
Los habitantes de los conjuntos vecinos llevan 10 días viviendo un caos y encerrados, obligados a caminar más de 2 kilómetros para poder tomar el servicio de transporte público o poder parquear sus vehículos. Además, no hay posibilidad de paso de una ambulancia en caso de que alguna persona tenga una emergencia médica.
La movilidad y el suministro de alimentos son las principales preocupaciones de los habitantes, pues los niños, que ingresaron a clases del segundo semestre, se han visto afectados y muchos no han podido ir a estudiar.
Los tenderos que están en el sector, llevan 10 días recorriendo los dos kilómetros con la mercancía al hombro para poder surtir los negocios; sin embargo, alertaron por una posible escasez de los productos si no se resuelve la situación.
Por el momento, la intervención del desmonte del muro avanza a paso de tortuga, con dos operarios que trabajan en la demolición del concreto. Para este viernes, 8 de julio, se programó una intervención que duró hasta el mediodía en la que no se permitía el paso sino por 20 minutos.
Los habitantes desesperados buscan que la Alcaldía de Medellín intervenga y obligue a que el constructor haga las obras que corresponden para evitar una tragedia.