La situación frente a los errores que se presentaron en las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo, con las diferencias de votos entre el preconteo de ese mismo día y el escrutinio que sucede días después, sigue siendo motivo de polémica.
Esta vez se conoce que, presuntamente, la diferencia en votos no fue de un millón, sino de millón y medio, según declaraciones recientes del columnista de El Tiempo, Pedro Medellín. Allí, se conoce un nuevo dato aportado por la MOE, en el cual se conocería que son alrededor de 1,5 millones de votos de diferencia.
Cabe mencionar que la polémica ha crecido desde los resultados de los escrutinios que ha reportado la Registraduría, en los cuales, recientemente, admitió que se presentó una diferencia abismal, de 1′026.000 votos.
Los votos que aparecieron fueron principalmente recuperados a favor del movimiento del candidato a la Presidencia, Gustavo Petro, Pacto Histórico, al Senado de la República. Pero la Registraduría informó que a aparte de estos, apareció una diferencia de cerca de 500.000 votos más en la Cámara de Representantes.
“Se corroboró que 23.000 formularios fueron mal diligenciados por los jurados de votación. Además, encontramos que, en 5.109 mesas se demuestra un posible dolo, porque además de diligenciar los formularios de manera equivocada, hubo tachones de las votaciones de los candidatos”, afirmó el registrador Alexander Vega.
Sin embargo, el columnista Pedro Medellín advierte que la MOE ya estima que sube a un millón el número de votos que se obtuvieron de diferencia en el Senado y se conservan los 500.000 mil de la Cámara de Representantes.
Esto pone como aspecto necesario que la Registraduría se tenga que volver a pronunciar sobre los hechos, pues si bien los “errores humanos” alegados por la Registraduría se presentaron con los formularios E-14 del Senado, en el caso de la Cámara de Representantes no debió suceder esto, pues los formularios eran diferentes, según ha analizado el columnista.
Cabe recordar que en el proceso interfiere de manera significativa una firma contratista, la cual es encargada de imprimir los tarjetones, poner los puestos de votación y en general organizar todas las elecciones. Esta firma, en el caso de las elecciones de este año, es Disproel 2021, la cual suscribió un contrato de cerca de un billón doscientos mil millones de pesos, que puede aumentar su valor en caso de que las votaciones concluyan en una segunda vuelta de elecciones presidenciales.
En este sentido, el columnista alega que es necesario que la Registraduría argumente con explicaciones que sean incuestionables, pues está en juego la reputación electoral y política del país.
Al respecto, el candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, exigió que se suspenda el proceso electoral. “Solicito formalmente al Registrador suspender el preconteo, nombrar todos los funcionarios de carrera del país, incluido el personal docente como jurados y suspender el contrato con Thomas and Gregg para contabilización de datos”, fueron las palabras del candidato.