Un joven indígena, de la etnia pataxó, fue asesinado vilmente por personas que organizaban una fiesta en el sector en donde su comunidad habita.
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Vitor Braz de Souza, es el nombre del joven de 22 años que resultó baleado luego de quejarse con los organizadores de la fiesta funk para que por favor le bajaran el volumen. La queja se produjo, según las autoridades, porque el joven estaba pidiendo un poco de comprensión con su esposa, que seguía convaleciente tras haber tenido a su bebé.
Los hechos sucedieron en la localidad de Ponta Grande del estado de Bahía, en el vecino país de Brasil, en la madrugada del pasado lunes, según confirmaron las autoridades de ese país.
La Policía Civil narró que el hombre fue a donde estaban los organizadores del evento llamado “Sigilo Fest” y les pidió que por favor le bajaran al volumen, ya que su esposa seguía recuperándose del parto de su hijo de 30 días.
Luego de que hizo el reclamo, dio la vuelta para volver a su hogar con su esposa, y los sujetos organizadores del evento abrieron fuego contra él. Una de las balas disparadas por estos sujetos, alcanzó el cuello del joven, que terminó siendo asesinado.
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La Policía Civil informó que gracias a los testimonios de la comunidad, se ha logrado identificar al autor del asesinato, quien ya está siendo buscado por las autoridades, para que pueda ser solicitado en prisión preventiva.
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El hecho causó profunda indignación en su comunidad, que habita este territorio, el cual lleva años bajo la solicitud de que se declare con el estatus de reserva indígena.
“Vitor salió de su casa para reivindicar sus derechos, por un poco de silencio para su esposa y su hijo de 30 días. Fue increíble la forma en que trataron al cacique, al resto de líderes y a Vitor, sin el mínimo respeto, y la forma en que se impusieron sobre nuestro territorio, disparando contra Vitor en el cuello”, expresó el líder indígena Thyara Pataxó, que vive en la misma comunidad.
El integrante de la comunidad indígena también comentó que las últimas palabras de Vitor, antes de ser asesinado fueron: “aquí es comunidad, no es el caos. ¡No es el caos! Los territorios indígenas siguen siendo atacados, pero a nadie le importa porque somos nosotros”.
El asesinato de Vitor provocó alta indignación y generó movilizaciones en las redes sociales y protestas en las calles de Ponta Grande, para que se haga justicia por el caso.
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