PRZEMYSL, Polonia (AP) — Las personas que huyen de la guerra en Ucrania hacia localidades fronterizas europeas incluyen a ciudadanos de países de África, Asia y Medio Oriente, personas cuyas vidas se han visto trastocadas junto como las de los ucranianos, pero en algunos casos afirman estar sufriendo malos tratos.
Los trenes y autobuses que llevan a la gente hacia el oeste, a Polonia, Rumania, Hungría y otros países de la Unión Europea, transportan un número considerable de estudiantes, trabajadores y diversos extranjeras que consideraban a Ucrania su hogar antes de que Rusia lo invadiera la semana pasada.
En un centro de refugiados en Bucarest, la capital de Rumania, algunos ciudadanos indios dijeron el martes a The Associated Press que los guardias fronterizos ucranianos daban prioridad a los ucranianos para salir del país e intentaban empujar físicamente a los no ucranianos.
Vishwajeet Kumar, un estudiante de medicina de 24 años, dijo que oyó disparos y vio a gente desmayarse durante una espera de 20 horas en la frontera entre Rumanía y Ucrania.
“Estaban preparando a sus propios ciudadanos para ir primero… y apenas nos daban la oportunidad de cruzar”, dijo. “Cada vez que nos acercábamos a la frontera, nos hacían retroceder”.
Kamal Thakur, un hombre de 34 años del Punjab (India), describió su propio calvario al intentar entrar a Polonia, diciendo que los guardias ucranianos amenazaban y a veces golpeaban a los indios con palos.
“Dijeron que era porque somos indios, y que nuestro primer ministro es prorruso y no proucraniano”, dijo Thakur a la AP desde Przemsyl, una ciudad fronteriza polaca.
El embajador de Polonia ante la ONU, Krzysztof Szczerski, dijo que los refugiados admitidos desde Ucrania sólo el lunes por la mañana representaban a 125 países. Naturalmente, los ucranianos representaban la gran mayoría.
Pero los funcionarios polacos dijeron que entre los refugiados había al menos 100 nacionales de Uzbekistán, Nigeria, India, Marruecos, Kazajistán, Pakistán, Afganistán, Polonia, Bielorrusia, Irán, Turquía, Argelia y Rusia.
Muchos refugiados de diversas nacionalidades han destacado la acogida y la asistencia que recibieron una vez que lograron salir de Ucrania.
En Przemysl, que se ha convertido en el primer punto de parada en Polonia para muchos refugiados de la guerra, miles de personas y familias han buscado ayuda.
Entre ellos hay estudiantes extranjeros que asistían a universidades ucranianas y no están seguros de poder regresar. Varios dijeron que intentarían continuar sus estudios en otro lugar de Europa en lugar de regresar a sus países de origen.
“Por supuesto que me quedaré en Europa”, dijo Ahmed Mughni, un joven de 22 años de Yemen, mientras se calentaba junto a una hoguera tras cruzar a Polonia en Medyka. Mughni ha estado estudiando ciberseguridad y radioelectrónica en Járkiv, la segunda ciudad más poblada de Ucrania, que los ataques rusos golpearon el martes.
“Yemen también es un lugar de guerra”, explicó en una entrevista con la AP.
Ahmed Ibrahim, un egipcio de 23 años, llegó a Polonia con su gato a última hora del lunes, sintiéndose aturdido y enfermo tras días de viaje. Dijo que había estudiado medicina en Ucrania durante cinco años y que sólo le quedaba uno. Ibrahim no tenía ni idea de lo que le esperaba en el futuro ni de cuáles eran sus próximos pasos.
“¿Qué debo hacer?”, preguntó.
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Los periodistas de The Associated Press Andreea Alexandru y Stephen McGrath en Bucarest contribuyeron a este despacho.