MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha admitido este miércoles que asistió a una fiesta en el jardín de Downing Street el 20 de mayo de 2020, durante el primer confinamiento impuesto en el país por la pandemia de COVID-19, al tiempo que ha ofrecido sus disculpas.
En una sesión de preguntas al ‘premier’ en la Cámara de los Comunes, Johnson ha justificado que «creía que era un evento de trabajo», aunque ha señalado que, en cambio, «debería haber enviado a todos dentro y debería haber encontrado otra forma de agradecer (su trabajo) al personal».
Del mismo modo, ha reconocido que, aunque el evento se hubiera ajustado a las restricciones impuestas en aquel momento por la pandemia, tendría que haber entendido que «millones» de personas no pensarían lo mismo.
En este contexto, ha indicado que no puede anticipar las conclusiones de la investigación abierta por las presuntas fiestas que han tenido lugar en Downing Street durante la pandemia, pero ha señalado que sabe que hay cosas que el Gobierno «simplemente» no hizo «bien», por lo que ha asegurado que tiene que «asumir su responsabilidad».
Johnson ha concluido su intervención pidiendo «perdón de todo corazón» a la Cámara de los Comunes y a aquellas personas que no pudieron estar con sus seres queridos en aquel momento, al tiempo que ha reconocido que «millones» de personas han sufrido durante la pandemia y que entiende la «rabia» que la ciudadanía pueda sentir con su Gobierno si creen que las personas que deciden las normas no las siguieron «correctamente», ha recogido la BBC.
El ‘premier’ vuelve a estar en el punto de mira por las informaciones que apuntan a la celebración de una fiesta en Downing Street a la que fueron invitadas un centenar de personas. Cada invitado debía llevar su propia bebida y, según varios testigos, Johnson y su esposa, Carrie, se encontraban entre los asistentes. La Policía Metropolitana ya ha abierto una investigación por una supuesta «violación» de las normas impuestas en el marco de la pandemia.
No es la primera vez que el Gobierno de Johnson recibe críticas por la celebración de fiestas en los momentos más duros de la pandemia. El 18 de diciembre de 2020, cuando regía otro confinamiento en Reino Unido, se celebró una fiesta a la que asistieron «decenas» de personas. La doctrina oficial pasaba entonces por prohibir las reuniones en interiores salvo para miembros de una misma burbuja familiar y limitar al máximo los contactos.