Sexo en postpandemia en Colombia ¿cómo cambiamos luego de 28 meses?

Este 30 de junio el Gobierno colombiano por fin levanta la emergencia sanitaria por el Covid. Hablamos con la sexóloga Julieth Diprieto.

En más de dos años de no poder verse ni tocarse, el sexo digital, más allá de la oferta tradicional, ha dado temas de estudio que hablan de cómo se consume, se ejerce y se practica. Desde el desarrollo de fetiches y una aceptación más amplia de los mismos a través de comunidades (los furries, por ejemplo, que es vestirse de peluches para generar deseo sexual ) o el crecimiento del negocio webcam (según un reportaje de la revista Cambio, hay más de 70 mil en Colombia) o las dinámicas de las apps de citas, son algunos de los fenómenos para analizar.

Por eso PUBLIMETRO entrevistó a la sexóloga Julieth Diprieto sobre varios fenómenos vistos en estos últimos años.

Hemos visto que se han popularizado prácticas en Colombia, o se han visibilizado más, como por ejemplo el fetiche con los furries. También incluso hay más apertura hacia fiestas sexuales. ¿Por qué crees que pasó esto?

Muchas cosas han cambiado: algunas para mal y otros para bien. Y eso, claro, incluye el sexo, porque el estar encerrados 7 /24 no fue cosa sencilla. Esto,nos llevó a paralizar nuestras relaciones sociales y ahí fue  cuando se comprobó definitivamente que el hombre es un ser social por naturaleza y que no puede vivir sin otros. De ahí explicamos que no es descabellado por ende por el encierro no solo adoptar ciertos rituales o fetiches con la pareja ( furries ) sino que hubo una apertura al disfrute después del encierro. Y de ahí también vemos la proliferación de fiestas y eventos de tipo sexual .

Ahora bien, somos el país con más modelos webcam en el mundo, tenemos actrices porno famosas... pero le tememos al porno sabiendo que también somos un país que produce y consume en gran cantidad. ¿Cuál crees que sea la actitud colombiana ante el porno?

Hay mucho recelo, misticismo y hasta tabú con respecto al porno, y es extraño porque en pandemia no fuimos los únicos, pero sí uno de los países que más consumió pornografía y desgraciadamente en chicos entre los 11 y 17 años. Esto, sin nombrar a los adultos que prácticamente devoraron la mayor parte de la torta, acrecentado así los problemas de pornofilia, prostitufilia en otros casos y adicción al sexo.

Por otro lado, vivimos, ya metiéndonos en el tema relacional, una época donde hay una oferta increíble de apps, pero mucha gente afirma bajarse de ellas por estas relaciones líquidas que tampoco ofrecen satisfacción sexual. ¿Por qué ese agotamiento?

Primero que todo no debemos tomar estas apps ligeramente, como si fuera el pago de la luz,  sino como algo más responsable. Y tampoco engancharse tanto, porque si bien hay parejas que han surgido de este tipo de aplicaciones, también hay otros casos que han sido solo para llorar y hasta para arrepentirse, e incluso con temas delicados de estafas y enganche de tratas de personas.

En resumen, si hay alguna oportunidad sólida para aprovecharla , simplemente tómela  pero si se ve algo turbio o más bien complicado o difícil de darse en la relación, mejor es abandonar esa opción e irse por el encuentro tradicional.

Siguen existiendo igual visiones muy violentas y nada consensuales ante el sexo y muy mojigatas también. ¿Cómo crees que podríamos cambiar la educación sexual para que la gente no crea que es incitar a tener sexo sino antes, a tenerlo con responsabilidad?

La educación sexual primero que todo la vamos a cambiar desde nuestra mente, al cambiar primero de pensamiento. Esto, optando por hábitos sanos y adquiriendo educación e impartiendo los conocimientos a nuestros  hijos y conocidos .

Si primero nos educamos seremos capaces de educar a nuestros hijos bajo la premisa de una sexualidad libre, pero responsable, sin ataduras, pero con conocimiento y satisfacción, porque la sexualidad se debe disfrutar, más no violentar.

No le dejemos toda la responsabilidad al colegio, porque realmente estamos en un país como tantos donde el tema o la materia de sexualidad solo se limita a la foto antigua de los órganos sexuales  y explicar su funcionamiento ; hay que tomar el toro por los cuernos, o si no, ese toro nos llevara por delante en el futuro  como padres .

Y, ¿cómo encontrar discernimiento para tener buena información sexual cuando hay tanto contenido gratis, pero vemos por ejemplo que hay todavía muy poca asimilación si hablamos de algunos hombres, en cuanto a lo que es consentido, al cuerpo femenino y al sexo?

Como dice un conocido “lo gratis siempre es gratis porque adelante te lo va a quedar a deber”. Es decir: sí hay información valiosa en la web, pero a veces no es suficiente para los requerimientos que necesitamos. Y como mujeres debemos valorarnos. Todas merecemos respeto a nuestra integridad, físico y forma de pensar. Y si decimos no, es no. Y esto también aplica para no volver con la pareja que te agrede.

En resumen:  todos  hemos cambiado con la postpandemia y no es fortuito lo que estamos viviendo, pero ahora más que nunca ,ya sea como padres o parejas, dependemos de nuestra educación sexual para   eliminar  esa maldita herencia mal aprendida del tabú de la sexualidad para convertirnos en lideres , proceres y flujo de un cambio de esta sociedad tan ambigua y tambaleante con ideas erróneas sobre el sexo.

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