Al parecer los organizadores del programa de MasterChef son bastante creativos. Hemos visto que con cada capítulo, la historia es totalmente distinta, no solamente con los ingredientes en la caja sorpresa, sino en la dinámica de equipos, parejas, individuales e incluso fuera de la cocina en Bogotá.
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Recordemos que el capítulo anterior estuvo desarrollado en el Eje Cafetero, en donde no solamente pusieron a prueba sus talento, sino que pudieron disfrutar del campo colombiano, a pesar de que no todos volvieron muy contentos por la salida de Maria T, una de las concursantes más queridas de la temporada. Muchos afirmaron que ella era quien le ponía la mejor vibra a la cocina, además de ser muy amable y solidaria con todos, haciendo que los espectadores experimenten un montón de emociones en un mismo capitulo.
Este capítulo estuvo bastante interesante, no solamente por los platos que cada noche nos presentan los concursantes que normalmente son exquisitos, sino porque algunos salieron molestos del reto. La dinámica se trataba de trabajar en parejas, pero esta vez, por medio de un camisón.
Un participante utilizaba sus manos y el otro solamente su boca para probar el sazón de la comida. En el desarrollo de la prueba, los participantes que no tenían caja en su cocina tenían que escoger a un participantes que si la tuviera, así poco a poco se fueron formando las parejas, de las cuales quedaron Aida Morales y Cristina, quienes en su trabajo se entendieron muy bien.
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Sin embargo, para que Aida pudiera cocinar mejor, que era la que estaba detrás utilizando los brazos, Cristina tuvo que agacharse un buen tiempo, casi durante toda la prueba. Y precisamente, la cámara las grabó, así que Aida se refirió a su compañera afirmando: “La tengo de rodillas” mientras Cristina trataba de aguantar el dolor.