Se sabía que iba a pasar, la pregunta era cuándo lo haría. El Real Madrid cabalgó de punta a punta el campeonato español y después de dos años recupera el título a nivel doméstico. En una liga en la que no tuvo rivales, el conjunto merengue solo necesitaba un punto ante el Espanyol para gritar campeón, pero pasó de largo.
Con algunos suplentes, pensando en el juego ante el Manchester City del próximo miércoles, al equipo de Carlo Ancelotti se le vio espeso, con la cabeza en otro lado. Fue hasta que Rodrygo abrió la cuenta, tras asistencia de Marcelo, poniendo el balón al segundo palo. La tranquilidad llegaba al Santiago Bernabéu.
Desde allí, el Madrid impuso condiciones, aunque nunca con un ritmo asfixiante. Otra vez Rodrygo se metió en el área y esta vez definió al primer palo para estirar la diferencia. Los Vikingos, más campeones que nunca.
Ancelotti decidió reservar a jugadores como Karim Benzema, Vinícius Jr., Toni Kroos, entre otros. En cambio, arrancó con otros como Luka Modric y Casemiro, aunque estos salieron cuando el partido estaba resuelto.
El Madrid estaba de fiesta. El título estaba ya en sus manos, pero qué mejor que festejar con goleada. Por eso, el gol de Marco Asensio, de contragolpe, se tomó de la mejor manera. Ya La Liga no se podía escapar.
La cereza del postre fue el gol de Benzema, ya en cancha, a nueve minutos del final. El delantero francés, Pichichi del campeonato, demostró una vez más que es la esperanza para el duelo ante el Manchester City. Ya era 4-0 y el Bernabéu coreando “campeones, campeones, olé, olé, olé”.
Real Madrid consiguió su título doméstico número 35, siendo el más ganador de la historia. Sin embargo, este equipo nunca se relaja y ya está pensando en remontar al City de Pep Guardiola e ir por la Champions 14. Por algo es el Madrid... y nada más. Hala, Madrid.