Llegamos ya al año de la pandemia en medio de tantas turbulencias y dificultades, desde el aspecto político y económico, que ha tenido que sortear el gobierno Duque con extrema temeridad y temor. La capacidad de análisis, sindéresis y acompañamiento permanente a los colombianos merece para unos aplausos, para otros rechiflas. Sin lugar a dudas el gobierno ha hecho esfuerzos frente a los desafíos que demanda una circunstancia tan atípica, pero lamentablemente se ha quedado muy corto frente a la perspectiva que requiere el país para salir de ésta. Quizás la contundencia ha brillado por su ausencia en la excesiva planeación, o porque pasan quizás cosas que no sabemos.
Lo cierto es que a una pandemia que ha dejado devastación económica en el mundo, y bastantes fallecidos, debería ser razón suficiente para hacer frente a esta grave crisis de salud con algo más que unas cientos de miles de vacunas. Se requiere mas contundencia para lograr establecer un patrón efectivo a la hora de inmunizar el país; desde luego iniciar por nuestros abuelos, por el sector clínico, y muchos otros que merecen atención, para buscar acercarnos cada día mas a la normalidad. Muchos han sido críticos con razones aparentes o bien logradas sobre la incapacidad del gobierno en establecer estrategias claras para llegar a la mayor cantidad de ciudadanos inmunizados, personalmente considero que al presidente en ese asunto le hace falta equipo.
Desde luego, no será nada fácil lograr una inmunización tan rápida y exponencial como lo ha logrado el Estado de Israel, pero es un claro ejemplo frente a protocolos y mecanismos mas expeditos para llegar a la mayor cantidad de vacunas efectivas en el menor tiempo posible. Es que llama mucho la atención que en Latinoamérica sea Colombia un ejemplo de la falta de diligencia del gobierno para la inmunización, se le olvida quizás al gobierno nacional su deber misional y funcional a la hora de priorizar asuntos propios que son de interés nacional como es la salud y vida de todos los colombianos, máxime cuando hay cómo llegar a más ciudadanos inmunizados en menor tiempo.
Es menester revisar también los precios en el mercado mundial, las cantidades, disponibilidad y costos directos unitarios por vacuna puesta en el país, pues llama mucho la atención que en mercados internacionales se logre establecer vacunas en sitio puesta entre los 6 y 12 dólares, y al parecer se esté pagando por el gobierno Duque entre 20 y 28 dólares. De ser así, hay tiempo de sobra para corregir el asunto. Por otro lado, también cabe resaltar la oferta y determinados inventarios para poder suministrar la vacuna a países como Colombia, pues se conoce por buena fuente el imperativo de existencias de determinadas denominaciones de vacunas que lograrían inmunizar a la población en menor tiempo. Sería útil descentralizar la adquisición de vacunas y que los departamentos y capitales hagan lo propio; ¿qué está pasando?
Como van las cosas nos tomaría mas de dos años inmunizar a la población, asunto que no sólo hace demasiado complicado lograr llevar a la normalidad la economía, sino que haría desde luego muy difícil la próxima campaña política al Congreso y a la misma Presidencia de la República. Un llamado respetuoso y afectivo al gobierno nacional: o corrige el mar de errores que viene haciendo con el tema de vacunas de manera prioritaria, entre otros, o nos va a llevar el Petro antes que el Covid. Hay como corregir a tiempo. Que la historia no le cobre a Duque el haberle pavimentado la pista de aterrizaje al Petro en la casa de Nariño, por cuenta de que hay más Uribismo que uribistas.
Corolario: En lugar de pensar en majaderías y reformas tributarias, sería menester en estar pensando en una gran reforma a la justicia, al Estado en su conjunto, el déficit presupuestal y la deuda pública no dan más. Es necesario escindir consejerías, ministerios, agencias, altos tribunales y células legislativas, porque sencillamente el bolsillo de los colombianos no aguanta mas.
@guillorodrig